Tras presidir el Consejo de Ministros, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acudido al Congreso de los Diputados. Allí, en la Carrera de San Jerónimo, se ha dado cita con sus parlamentarios. Cierre de filas con toque de corneta electoral para engrasar y reactivar la maquinaria. La reunión en la Cámara Baja se ha producido un día después de que el PSOE registrara la reforma de la ley del solo sí es sí, que ha profundizado en la herida abierta con Podemos. De hecho, amén de reafirmar el “compromiso” de los socialistas con el movimiento feminista, ha asegurado, al referirse a los efectos “indeseados” del articulado del Ministerio de Igualdad, que se “queda corto” cuando alude a estas consecuencias.

La tensión se ha instalado tras los muros de Moncloa. La ley del solo sí es sí ha ensanchado las profundas heridas entre los socios de Gobierno. Después de que las conversaciones no llegaran a buen puerto, el PSOE optó por la vía del medio y registró, en solitario, la reforma del articulado del Ministerio de Igualdad. Movimiento que ha soliviantado al elenco que comandan Ione Belarra e Irene Montero, quienes justifican su rechazo a la unilateralidad socialista en base a que sus modificaciones tocan el corazón de la ley. En otras palabras, el "consentimiento". Una línea roja para Unidas Podemos, aunque desde el ala socialista del Ejecutivo, y en particular desde el Ministerio de Justicia de Pilar Llop, arguyen que bajo ningún concepto se ha encarado en base a ello.

Primero, la responsable de Justicia, Pilar Llop, y después el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, han salido en defensa de la Proposición No de Ley (PNL), que corrige los "efectos indeseados" de la ley de Montero. Con un menor grado de dureza, midiendo las palabras con sumo mimo, el presidente ha reivindicado la correcta labor de contención de su ministra con esta reforma, frente a las consecuencias inesperadas e "indeseadas" del articulado primigenio. 

"Haremos lo correcto"

Sánchez se ha desplazado del Palacio de la Moncloa a la Carrera de San Jerónimo en una ajetreada mañana. Allí, en la Sala Ernest Lluch del Congreso de los Diputados, ha mantenido una reunión con los diputados y senadores socialistas para engrasar la maquinaria electoral y, de paso, pronunciarse sobre la herida abierta con Unidas Podemos por la ley del solo sí es sí. 

Arrancó su intervención con una reivindicación del "compromiso" del PSOE con el feminismo. "Los avances en materia de Igualdad siempre han tenido nuestra firma", ha resaltado Sánchez mientras orientaba su discurso hacia el "problema" de fondo: la ley del solo sí es sí. El presidente del Gobierno ha subrayado la necesidad de que en el Código Penal exista una normativa de esta índole. Por ello, se ha referido a ésta como una "buena ley". Sin embargo, su entrada en vigor ha causado un aluvión de rebajas de condena a agresores sexuales. Un goteo incesante al que desde Moncloa se refieren como "efectos indeseados" de la ley de Igualdad. "Y me quedo corto", ha apostillado. 

Sánchez ha matizado que "ningún grupo parlamentario", con independencia a su voto, buscaba la rebaja de penas a agresores. "Es evidente que había un problema", ha destacado el presidente del Gobierno, quien ha defendido el uso del "diálogo" para resolver el "`problema" desde el "sentido común". 

Confusión

“No hay que probar el consentimiento”. Horas antes, así de tajante se mostró la titular de Justicia durante su intervención en la Cadena SER. Llop insistió en que la reforma del PSOE no toca en absoluto este punto, que “queda intacto”. Puntualizó que el artículo 178.2 ya recoge que agresión sexual se produce cuando hay intimidación o anulación de la voluntad, entre otras circunstancias. Por lo tanto, en caso de que concurran estos aspectos, no es necesario probarlo”.

En cualquier caso, sin mencionar expresamente a Podemos o al Ministerio de Igualdad, la titular de Justicia cargó las tintas contra el socio minoritario del Ejecutivo, acusándolos de poco menos que intoxicar y distorsionar la realidad. “Los mensajes que se están dando son confusos y lo que tiene que hacer cualquier persona que quiera entender cómo está regulada la reforma y el Código Penal es leerlo”, apuntó Llop.

A pesar de los obstáculos y del inmovilismo de la facción morada en Moncloa, Llop afirmó que intentará seducir a Podemos para atraerlos al ‘sí’ a la reforma que ha encabezado su ministerio. “Es necesaria porque hay que ajustar las penas”, matizó la titular de Justicia, al tiempo que reseñaba la sinrazón de que un hurto por móvil fuera más punible que una agresión sexual. “Que lo más grave se castigue con una pena más grave y viceversa”, remachó.