El cambio de escenario que ha disfrutado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante los últimos días, en el marco de la celebración de la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de Naciones Unidas en Sevilla, ha llegado a su fin. Al jefe del Ejecutivo le toca retornar a la realidad nacional, marcada por las presuntas corruptelas de Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García, y la fecha marcada en el calendario es este sábado 5 de julio.

Los socialistas enfrentan uno de sus comités federales más importantes en los últimos años, pese a que recientemente vivieron el marcado por la carta y la reflexión del presidente del Gobierno. La cita iba a ser una fiesta en Sevilla en la que ungir a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como secretaria general del PSOE de Andalucía, pero los recientes acontecimientos han obligado a establecer la sobriedad y el recogimiento en la sede principal del partido.

A Ferraz llegarán detractores a reclamar elecciones y a trasladar su malestar con la gestión nacional, pero también muchos apoyos distribuidos por España. Sobre la mesa la sustitución del último secretario de Organización, hoy huésped de Soto del Real, y la pretensión de no volver a equivocarse en la selección, como ha ocurrido en las dos anteriores ocasiones. Para evitar sustos, Sánchez prevé repartir el poder más allá de una sola figura, complicando así que un posible descarrío individual llegue tan lejos.

Una gestora es la que está en estos momentos al mando del aparato del partido y de ahí podría salir el nombre de la próxima figura responsable. Este órgano está encabezado por la presidenta de la formación, Cristina Narbona, descartada para ocupar otro cargo de responsabilidad; Borja Cabezón, a cargo de Acción Democrática y Transparencia; y Ana Fuentes, una gerente más técnica que política. A este grupo hay que sumar a la que suena como máxima favorita, Montse Mínguez, secretaria de Trabajo, Economía Social y Trabajo Autónomo y segunda de a bordo del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados.

Otros perfiles como el de la emergente Pilar Bernabé, miembro de la Ejecutiva y delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, que ha ganado espacio y relevancia con su confrontación con Carlos Mazón con motivo de la DANA; o el de Milagros Tolón, presidenta del Comité Federal, también irrumpen con fuerza en las quinielas. Tres candidatas, cada una con sus apoyos y con fuerza interna. No obstante, la figura de Mínguez, procedente del PSC, es la que va ganado en las apuestas.

Pero si algo tiene Sánchez es su imprevisibilidad, razón por la que nadie, ni dentro ni fuera, se atreve a dar por certificado ningún cambio. No obstante, el secretario general tampoco podrá desplegar su actitud sorpresiva habitual, dado que en juego está recuperar la confianza de los cuadros del partidos, de la militancia y de la ciudadanía. A más de la de los socios necesarios para mantener vivo el Gobierno. Los cambios, garantiza Ferraz, serán reales y no se quedarán en lo superficial.

Socios descontentos

El PSOE se juega mucho en el Comité Federal de este fin de semana y uno de los aspectos clave es trasladar tranquilidad a los socios de Gobierno, más cuando el Partido Popular (PP) ha empezado a sondearlos a través del recién ascendido, todavía solo oficiosamente, Miguel Tellado. Por el momento, Sumar, aliado con el que comparte Ejecutivo y que suele ser el más complaciente con los socialistas, se muestra disconforme con la actitud de los socialistas.

Un “reseteo” o “giro copernicano” que venga acompañado de medidas “contundentes” para combatir la corrupción es lo que reclaman los magenta, algo aún más necesario ante la “gravedad de los momentos” actuales. Los capitaneados por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, llaman a evitar la “erosión de la democracia” y a retomar la agenda social, huyendo hacia delante con nuevos avances, pero dejando el pasado cerrado. El resto de los socios son algo más reticentes y empiezan a dudar.

Por este motivo, el Comité Federal del sábado traspasará las paredes de Ferraz y las frontera del propio PSIOE. “Nos tienen que contar al país qué ha pasado, hasta dónde llega. No es un problema del Comité Federal del sábado, es del país”, ha reclamado Díaz. La primera oportunidad llegará en dos días, la segunda el próximo miércoles 9 de julio, cuando el presidente del Gobierno comparecerá en el Congreso de los Diputados para dar la cara en la sede de la democracia tras todo lo sucedido.

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