El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afrontaba en la tarde-noche de este jueves un encuentro complejo. A La Moncloa acudía el canciller de Alemania, Friedrich Merz, máximo cómplice de Benjamín Netanyahu en la Unión Europea (UE) y uno de los principales responsables de imposibilitar que desde el viejo continente se de una respuesta contundente al genocidio que Israel está perpetrando en Palestina. Dos días antes, el bávaro se había dejado ver llorando en la inauguración de una sinagoga en un gesto para nada inocente. En ese mismo instante, niños morían asesinados en Gaza.

Los dos mandatarios se esforzaron por mostrarse unidos, pero el elefante en la habitación era demasiado grande como para taparlo con la bandera de las 12 estrellas. España lidera el tibio levantamiento europeo en favor del pueblo palestino, como país con mayor peso político y económico de este bando, y Alemania está haciendo todo lo posible para boicotearlo, posición especialmente relevante al tratarse del Estado más importante de los Veintisiete por capacidad económica, de voto y de arrastre. Pese a esta tesitura, el exterminio de la población palestina no se ha obviado.

El jefe del Ejecutivo español ha reiterado su condena al ataque de Hamás del pasado octubre de 2023, como siempre que comparece y para evitar las acusaciones facilonas que le ubican junto al terrorismo por condenar un genocidio. A continuación, ha cargado contra el proceder de Netanyahu, aunque sin mencionar que este ya era criminal e ilegal antes del ataque. “Su estrategia está profundamente equivocada, porque no está garantizando la seguridad de sus conciudadanos y porque está agravando la situación, no solamente para con el pueblo palestino, sino también para el conjunto de la región", ha afeado.

Durante su comparecencia, Sánchez también ha querido desmentir lo que desde la propaganda sionista se está intentando vender como una respuesta a un atentado terrorista, pese a la evidencia de premeditación de la ocupación y exterminio. “Sabemos cómo vencer al terrorismo”, ha hecho alusión a la historia de España, “y desde luego no se le vence como está haciendo Israel, haciendo un ataque indiscriminado sobre la población civil, con más de 60.000 muertos (18.500 niños). La cifra podría superar los 600.000 (más de 300.000 menores) según la Organización de Naciones Unidas (ONU).

“El resultado de todo ello no va a ser solamente una Israel más aislada, sino también una Israel más insegura y, por supuesto, una región mucho más insegura de lo que ya era antes de este terrible atentado de Hamás hace dos años”, ha reaccionado el presidente del Gobierno, con mayor tibieza que en anteriores comparecencias, evidentemente condicionado por la presencia de su homólogo alemán. El canciller ha representado a la perfección la posición acomplejada de su país y ha criticado a medias la actuación de Netanyahu, excusando sus actuaciones.

Alemania y el blanqueo de genocidas

"Alemania está con Israel" y "no se plantea el reconocimiento de un Estado Palestino", ha dejado claro Merz, que asegura que esto “no es ningún secreto”. "Tal reconocimiento debería ser uno de los últimos pasos en el camino hacia una solución de dos estados", ha proseguido. Entre culebreos y regates, el mandatario ha buscado disimular su complicidad con el genocidio al apuntar que esta postura "no significa que compartamos todas las decisiones tomadas por el Gobierno de Israel".

“Debe ser posible criticar la política del Gobierno israelí, pero nunca debe convertirse en algo que se utilice para incitar al odio contra judías y judíos", ha proseguido, introduciendo el comodín del antisemitismo, que había tardado mucho en aparecer. Aun así, ha garantizado que Alemania está a favor de los dos Estados, aunque no lo parezca, y que comparte puntos en común con España. Sánchez le ha comprado este excusatio, destacando que “lo importante, lo decisivo" es que ambos gobiernos "estamos unidos en los objetivos".

"Tendremos discrepancias en cuáles son los caminos para llegar a ese objetivo. Pero el objetivo de la UE es que exista una coexistencia pacífica entre el pueblo palestino y el pueblo israelí, que cese la violencia, que haya un horizonte político que pueda dar esa estabilidad necesaria a Oriente Medio y finalmente que el sufrimiento acabe y que la ayuda humanitaria pueda entrar", ha cerrado el líder español. En la votación sobre las sanciones y la suspensión parcial del acuerdo comercial caerán las caretas.

Súmate a

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio