Regresaban esta semana los plenos ordinarios al Congreso de los Diputados, incluyendo su preceptiva sesión de control, que ha amenizado la mañana de este miércoles con el clásico cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Una sesión marcada por el desgarro en la coalición a costa de la retención del Salario Mínimo Interprofesional, que según Sumar se ha consolidado por decisión unilateral de la facción socialista del Gobierno. El líder de la oposición intentaba hurgar en la herida del Ejecutivo, incluso agitando el fantasma del temido Pablo Iglesias ante Yolanda Díaz, pero el presidente salió al quite y recordó, no sin retranca, que ese era el motivo por el cual Mariano Rajoy lo congeló durante su estancia en el Palacio de La Moncloa.

Arrancó el cara a cara el expresidente de la Xunta de Galicia como concluyó el pasado curso, con un alegato contra la "corrupción" del Ejecutivo. Un clásico del argumentario del Partido Popular, que parecía que desaprovecharía la oportunidad de mermar la alianza del PSOE con Sumar, dañada después de que los socialistas, de manera unilateral, decidieran que la subida del Salario Mínimo Interprofesional tributara en el IRPF. En su primera intervención no hubo mención alguna a esta cuestión, que quedaba opacada por la táctica de acoso y derribo a Moncloa con los frentes judiciales abiertos.

Entre tanto, Sánchez, como ya avanzó este martes pasado ante sus parlamentarios, respondió a la provocación, pero sin morder el anzuelo que siempre le sirve Feijóo. El presidente del Gobierno se ciñó a la pregunta registrada, que pivotaba sobre el "funcionamiento" del Ejecutivo. En estos términos, por tanto, tras el sarcástico agradecimiento a Feijóo por su "tono constructivo", Sánchez sacó lustre de los datos que elevan a la economía española como una de las más pujantes del entorno europeo. Subrayó, de hecho, que el 50% del crecimiento de la Eurozona se explica con arreglo al auge del macro español, que también aporta un 30% de los nuevos empleos creados entre los Veintisiete. "Así que, sí. España no sólo funciona bien, sino que también avanza. Ahí están los datos", remachó.

El bumerán del SMI

Como Sánchez no mordió el hueso que su interlocutor puso sobre la mesa, Feijóo intentó en su contrarréplica, ahora sí, erosionar la relación entre los socios del Gobierno. El líder de la oposición aludió al "paripé" que perpetró el martes el Consejo de Ministros, con las dos alas enfrentadas a costa de la tributación en el IRPF de la subida del salario mínimo. Un choque que protagonizaron en la sala de prensa del Palacio de La Moncloa la ministra portavoz, Pilar Alegría, y la vicepresidenta segunda y cabeza visible de los magentas, Yolanda Díaz

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha cargado este miércoles contra el Gobierno tras anunciar que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) tributará en el IRPF y ha denunciado el "paripé" entre sus ministros tras el choque que escenificaron la vicepresidenta Yolanda Díaz y la portavoz Pilar Alegría. Sin embargo, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez le ha replicado que con el Gobierno de Mariano Rajoy el SMI se "congeló".

El jefe del principal partido de la oposición hurgó en la herida, puntualizando que la tributación de la subida va contra la clase trabajadora y que, por tanto, es una medida que atenta contra los principios progresistas y de la justicia social. Acto seguido, insistiendo en el acting interministerial, se dirigió a la ministra de Trabajo para agitar un fantasma del pasado que hace temblar los pilares magentas: "Señora Díaz, a Pablo Iglesias esta no se la hubieran colado". 

Momento en el que Sánchez, que no se bajó del tren de la ironía, puso negro sobre blanco con los datos del salario mínimo. "Ahora entiendo por qué ustedes cuando gobernaban congelaron el SMI, para que no tuviera retención en el IRPF. Claro, mucho mejor vivir con 735 euros al mes, que era como lo dejaron en 2018, a los 1.184 euros al mes que está dejando el Gobierno de España", expuso el jefe del Ejecutivo. Un contundente argumento que desnudó al líder de los populares, apuntalando que la subida perpetrada por su Ejecutivo asciende al 61% en comparación con las cifras de un PP que siempre se ha posicionado "en contra". "En todo caso, bienvenido al escudo social. De repente, obró el milagro", insistió.

La multinacional ultraderechista

Tras Feijóo, llegó el turno para Santiago Abascal, que afrontaba la sesión de control revitalizado después del fin de semana de lo que Félix Bolaños ha catalogado como Madrid Fascio Week, en alusión al congreso de los patriotas europeos. Espoleado por el presunto cierre de filas de los trumpistas en el Viejo Continente, el dirigente de Vox ha recriminado las compañías del presidente del Gobierno, acusándole de legitimar a "tiranos" como Nicolás Maduro al no reconocer la victoria de la oposición venezolana.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha animado al líder de Vox, Santiago Abascal, a que exprese públicamente su rechazo a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirar la protección a migrantes venezolanos y devolverlos a su país. "No sé si se ha enterado de que la administración estadounidense de Trump acaba de anunciar la no extensión del estatus de protección temporal a más de 300.000 venezolanos que viven en Estados Unidos, y por tanto, a partir del mes de abril, esas personas van a poder se deportadas", replicó el jefe del Ejecutivo. 

Entonces, cuestionó al ultraderechista si se opondría a esta medida, aunque vaticinó que no lo hará. "¿Usted, señor Abascal, va a poner el grito en el cielo y a criticar a la administración Trump por esta decisión? Yo creo que usted no lo va a hacer porque es fuerte con el débil y servil con el poderoso", destacó. En este sentido, ha defendido que el Gobierno progresista, desde que es presidente, ha emitido 125.000 órdenes de protección temporal para venezolanos en España, mientras que cuando gobernaba el PP, "que también se rasga y se da golpes de pecho sobre la dictadura de Maduro", ha reprochado, "solamente se dieron 26".