Tenemos que activar el modo futuro al 100% porque no hay ni un solo minuto que perder. Hay mucho que hacer y hay que empezar ya”. Así anunciaba el presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, el adelanto del Congreso Nacional, del que emanará una nueva dirección de la formación. La decisión era comunicada el pasado lunes y aunque no será hasta el 5 y 6 de julio que se celebre el encuentro, las cábalas han comenzado dentro y fuera de Génova 13.

El político gallego ha dado el paso que algunos barones territoriales, como la madrileña Isabel Díaz Ayuso, le reclamaban “con el objetivo de activar el partido y prepararlo para hacer frente en las urnas a Pedro Sánchez y diseñar desde ya una alternativa de Gobierno definitiva, sólida y decidida, a la altura de un gran país que somos”. Feijóo seguirá encabezando el organigrama del partido conservador, al no existir nadie que vaya a competirle las primarias, pero se esperan cambios sustanciales en los escalones justamente inferiores.

El puesto de número dos es uno de los subrayados. Actualmente, es Cuca Gamarra la que se desempeña como secretaria general, pero todo apunta a que cederá este puesto a una figura de la máxima confianza de Feijóo y el que suena con más fuerza es gestor del Grupo Parlamentario en el Congreso de los Diputados, Miguel Tellado. Una decisión que reforzaría aún más el peso de la familia gallega del Partido Popular en Madrid y que podría levantar algunas escamas en el resto de delegaciones.

“Lo más importante es que nosotros tenemos que activar el contador del cambio, con un equipo reforzado, con un proyecto ilusionante y con la determinación de servir a España”, relataba el líder de los populares, confirmando que presentará su candidatura para seguir presidiendo el partido y evidenciando que los cambios serán de calado. Otra de las que podría beneficiarse de la tesitura es la vicesecretaria de Sanidad y Educación,  Ester Muñoz, que ha ido ganando relevancia en los últimos meses y podría quedarse con la portavocía de la Cámara Baja.

Es habitual ver a la política leonesa confrontar cada miércoles, durante la Sesión de Control al Gobierno, con la vicepresidenta primer y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y se ha encargado en más de una ocasión de las ruedas de prensa que tiene lugar los lunes en Génova, desplazando a Borja Sémper, uno de los nombres más moderados de la formación y que podría dar un paso atrás. El dominio del partido en el Senado, a cargo de Alicia García, también está en aire y podría servir para que recale alguno de los degradados más importantes.

De puertas para afuera, otro de los que podría soltar un poco de poder es Esteban González Pons, que ha ganado recientemente más apellidos para sus responsabilidades. Después de hacerse con la jefatura de la delegación del PP español en el Parlamento Europeo, con Dolors Montserrat ascendiendo a la secretaría del Partido Popular Europeo (PPE) de la mano de Manfred Weber, Pons podría desprenderse de alguna de las muchas responsabilidades de su vicesecretaría general: Justicia, Interior, Defensa y Relaciones Institucionales. Otros nombres, como los de Elías Bendodo y Juan Bravo, aún están en el aire.

Discrepancias por la forma de voto

El juego de las quinielas habitual cuando se acerca una fecha como esta no es lo único que está perturbando a la familia de derechas. La modificación del sistema de primarias que parece que Feijóo querría acometer no ha sentado igual en todos los territorios.  La intención del gallego sería eliminar la votación de los militantes (primera vuelta) y recuperar el anterior sistema, en el que únicamente cuentan los votos de los compromisarios.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, no tiene la intención de levantar la voz y se ha mostrado internamente de acuerdo con el cambio de elección. Sin embargo, en la Puerta del Sol no ha sentado tan bien, dado que Ayuso tiene su principal fuerza entre los militantes. La mandataria madrileña, que acogerá el Congreso del PP, continúa así confrontando con Feijóo, al que ya exigió la convocatoria del conclave conservador el mismo lunes que fue anunciado.

"Yo creo que ya una vez que ha empezado el runrún, ahora sí que hay que acelerarlo, porque si no al final opina aquí todo el mundo menos los protagonistas”, instaba Ayuso a adelantar la cita. Ahora, con su mano derecha en Madrid, Alfonso Serrano, a cargo del Congreso, la presidenta madrileña sigue alimentando ese “runrún” por el que aseguraba estar preocupada. Queda más de mes y medio para conocer cuál será el nuevo equipo de Feijóo, pero se espera que varios movimientos vayan esclareciéndose en los momentos previos.

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