A menos de 24 horas de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visite La Palma en viaje oficial para abordar la crisis migratoria en las Islas Canarias junto al presidente del archipiélago, Fernando Clavijo, los bulos racistas y las palabras de Xavier García Albiol siguen provocando un choque entre los principales partidos del panorama nacional.

Si bien la secretaria general de los populares ha defendido a su dirigente, asegurando que sencillamente es algo que “muchos piensan y otros escriben”, los socialistas se han tirado al cuello de Génova, 13 por ponerse de perfil en la condena de este tipo de comentarios: “El Partido Popular habla de restringir el anonimato en las redes sociales para luchar contra los discursos de odio. Eso, mientras son incapaces de condenar los discursos de odio que en las redes, radios y televisiones hacen dirigentes de su partido como el Sr. García Albiol”, han asegurado fuentes de Ferraz.

“El PSOE lleva condenando los discursos de odio desde hace mucho. Los que afectan a muchos ciudadanos, inmigrantes, colectivos… y los que han afectado a nuestro propio partido, que ha sufrido ataques a sus cargos y a más de 130 sedes en todo el territorio nacional. Nunca escuchamos una palabra de condena por parte del PP a esta oleada, agitada por los mismos que hoy están siendo señalados como odiadores profesionales y han querido aprovechar un asesinato terrible para incendiar las calles. Pero Feijóo tiene un problema: el PP tiene como socio a la ultraderecha de VOX en unos 140 ayuntamientos de España”, insisten los socialistas.

Además, desde Ferraz vuelven a sacar a relucir las dos almas de un PP que se divide entre su sector más moderado y el más ultra, encarnado, a ojos de los liderados por Pedro Sánchez, en la presidenta de la Comunidad de Madrid. Como ejemplo, desde el PSOE narran cómo reaccionó el PP a las palabras del fiscal proponiendo prohibir entrar en las redes sociales a quienes las aprovechen para difundir bulos racistas que puedan constituir un delito de odio.

“El PP vuelve a la pelea entre sus dos almas (al menos). Mientras Antonio Silván apoyaba medidas en el Senado, Alfonso Serrano, número dos de Ayuso, se posicionaba contra esas medidas”, indican los socialistas. “El Partido Popular de Feijóo es el que siempre se ha puesto de perfil cuando otras formaciones políticas hemos pedido que se retirase la credencial en el Congreso de los Diputados a estos propagadores de odio. El PP y Feijóo nunca han considerado apoyar esa propuesta. Al contrario, los han defendido”, rematan.