“No hay tiempo para más experimentos. España exige la fiabilidad del PP para recuperar el futuro”. Con estas palabras del secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, los populares han echado a andar en este nuevo curso político en el que esperan que la pandemia del coronavirus vaya perdiendo protagonismo y se empiecen a sustentar las bases que acaben con Pablo Casado en La Moncloa. Una misión en la que el primer gran paso será la Convención Nacional que los conservadores celebrarán entre el 27 de septiembre y el 3 de octubre para diseñar la hoja de ruta de este cometido.  

Unas fechas que se han anunciado tras la reunión del Comité de Dirección del partido, y que el propio Egea ha adelantado que tendrá un carácter “itinerante” puesto que a lo largo de esa semana visitarán Santiago de Compostela, Valladolid, Madrid, Compostela, Córdoba y Cartagena, concluyendo el recorrido en Valencia. “Se hablará de libertad individual, de oportunidades, de educación, de crecimiento, de empleo…”, ha afirmado el dirigente popular.

Asimismo, Egea ha elevado el tono a la hora de hablar del Gobierno central, asegurando que en otoño de 2023 los españoles deberán “elegir entre Casado y una alianza de radicales”. Por último, el político conservador ha señalado que el PP tiene tan claro su victoria en unas futuras elecciones, que ya están “diseñando los primeros Consejos de Ministros de Pablo Casado como presidente”.

Casado llega cuestionado y con el fantasma de Vox a sus espaldas

Sin embargo, pese al mensaje triunfalista de los populares, de puertas para dentro el discurso es bien distinto. Tal y como contaba recientemente ElPlural.com, el tono beligerante de Casado con el Gobierno central por la gestión de la crisis de Afganistán, no ha sentado muy bien a algunos dirigentes autonómicos del PP, quienes han instado a su líder a alejarse de las formas de Vox y centrarse en otros asuntos en los que sí pueden sacar rédito electoral como el precio de la luz o el paro juvenil.

De esta manera, estas críticas internas se suman a las dudas que hay sobre la capacidad de liderazgo de Casado y que el líder del PP lleva arrastrando prácticamente desde el primer día. En este sentido, en el último año a la omnipresente sombra del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se le ha sumado la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que con sus constantes choques con el Gobierno central ha asumido claramente el papel de líder de la oposición.

No obstante, el gran asunto a tratar durante la Convención Nacional será si el PP sigue apostando por la extrema derecha como socio preferente (con todos los riesgos que ello conlleva) para llegar a La Moncloa, o bien un viraje al centro con una hipotética fusión o absorción de Ciudadanos, y que puede poner en peligro los gobiernos autonómicos de Andalucía, Región de Murcia y Comunidad de Madrid, sustentados gracias a Vox.

PP y Vox, a grescas por el liderazgo de la oposición

De hecho, pese a los pactos con Vox, lo cierto es que la relación entre los populares y la formación ultra no atraviesa su mejor momento. Prueba de ello son las duras declaraciones que ha realizado Abascal, defendiendo a su formación como “la verdadera oposición y la única alternativa” frente a un PP y PSOE que ha tildado de “indistinguibles”.

Además, el presidente ultra ha vuelto a amenazar al PP con registrar una nueva moción de censura contra el Gobierno, si los de Casado no lo hacen antes. “Si algunos no cumplen con su obligación, nosotros cumpliremos con nuestra obligación”, ha subrayado Abascal. “La moción de censura a Sánchez solo puede hacerse en las urnas”, ha replicado por su parte Egea.