El Partido Popular se ha sumado este miércoles a la extrema derecha en su intento de tumbar la convalidación del Decreto-Ley de medidas urgentes en materia de protección y asistencia a las víctimas de violencia de género. Una lacra que, tal y como ha expuesto la ministra de Igualdad, Irene Montero, se ha agravado a consecuencia del confinamiento forzado por el coronavirus. Víctimas viviendo con opresores que se reproducen en un incremento de llamadas de auxilio.

Los populares, más cautos que sus homólogos ultras, han optado por la abstención. A pesar de la negativa a prestar un apoyo de sendas formaciones, el decreto ha contado con el respaldo mayoritario de la Cámara Baja: 209 síes, 54 votos negativos y 88 abstenciones. Montero, protagonista de la defensa de la aplicación urgente de estas medidas, ha explicado que el plan, aprobado por el Gobierno en abril y pendiente de la ratificación del Congreso, contempla el refuerzo de los sistemas de atención telefónica a víctimas, así como la creación de canales a través de WhatsApp. Además, declara esenciales los servicios de asistencia durante el Estado de Alarma.

La ministra morada no se ha quedado ahí, explicando que la cantidad de llamadas recibidas en el número de atención 016 ha sufrido un incremento considerable. A su vez, y teniendo en cuenta este precedente, ha afeado a la extrema derecha que considere como prueba de que no existe tal problema que las cifras de denuncias hayan descendido desde la declaración del estado de alarma, dado que el confinamiento "pone más difícil" las posibilidades de denunciar a las maltratadas.

"Actuar frente a la violencia de género no es una opción, es una obligación y necesidad", ha defendido, recordando las continuas advertencias lanzadas desde la Organización Mundial de la Salud. El organismo internacional ha indicado con frecuencia que el confinamiento y la imposibilidad de salir “aumenta el riesgo de sufrir” esta lacra.

Vox y “la guerra de sexos”

La formación liderada por Santiago Abascal ha anunciado a primera hora de la mañana su decisión de votar en contra de la aprobación del decreto. Para ello no ha dudado en manifestar que estas leyes pretenden profundizar en “la guerra entre sexos” y en el “discurso de odio hacia los hombres”.

La diputada Carla Toscano ha sido la encargada de explicar el posicionamiento de Vox en esta materia, y, directa y sin titubear ha acusado a PP y Ciudadanos de ser “cómplices” del feminismo. Los ultras han sentenciado alegando que el Ejecutivo ha "abandonado a España en una pandemia y ha puesto más esfuerzo en alimentar el feminismo y el odio".