La gestión del dispositivo policial desplegado durante la etapa madrileña de la Vuelta Ciclista ha desatado una fuerte polémica dentro de la Policía Nacional. Los sindicatos y numerosos mandos policiales reclaman el cese inmediato del jefe superior de Madrid, al que acusan de falta de preparación y de haber puesto en riesgo la seguridad de los agentes.

Según fuentes internas de la jefatura, el operativo fue “calcado” de otro diseñado en un anterior mandato para cubrir la cumbre de la ONU en Madrid, considerado entonces un éxito. Sin embargo, en esta ocasión, la magnitud de los disturbios desbordó a los actuales responsables, a quienes se reprocha no haber ocupado nunca puestos de gran envergadura y haber demostrado una evidente incapacidad de reacción. Finalmente, tuvo que asumir el mando el jefe de la Unidad de Intervención Policial (UIP).

El plan de seguridad estaba concebido en dos fases, pero —según mandos conocedores del operativo original— la actual jefatura olvidó plagiar la segunda parte, consistente en reforzar el despliegue con más unidades en caso de alteración del orden público que debían estar en puntos estratégicos de la ciudad a espera de órdenes. El resultado, denuncian, fue un despliegue “ridículo” que dejó a los agentes en una “inseguridad manifiesta”.

Más de 20 policías resultaron heridos durante los incidentes y aún esperan la llamada o la visita del jefe superior de Madrid al hospital, un gesto de apoyo al que estaban acostumbrados en la anterior etapa y que ahora no se ha producido.

Los sindicatos aseguran que la falta de previsión convirtió el dispositivo en una “ratonera” que puso en serio peligro la integridad de los agentes.

Por ello, diversos policías en sus redes reclaman la creación de la unidad de acción sindical para forzar ceses inmediatos en la jefatura de Madrid, aunque saben que complicado lo tienen al ser el ojo derecho del DAO y entre los responsables políticos de la seguridad en la capital.

“Los policías y los políticos defendemos el orden constitucional. Hoy algunos de estos últimos lo han alterado”, lamentan los policías presentes.

Los representantes de los agentes piden además la comparecencia urgente del Director General de la Policía para explicar las carencias de medios personales y materiales con las que se ordenó cubrir lo que califican como “una manifestación encubierta” de la que —afirman— sí tenían información tanto el DAO como el jefe superior de Madrid, ambos íntimos amigos y del mismo signo político.

En paralelo, los socialistas exigen también la dimisión del delegado del Gobierno en Madrid y del socialista Galván, del que señalan con ironía que “ha pisado mucho parqué y poco barro” y que así se está notando en el aumento de la inseguridad de Madrid.

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