Pinchazo histórico de los líderes de la extrema derecha en la manifestación racista prevista para este martes en Torre Pacheco. Tanto Daniel Esteve, de más conocido como Dani Desokupa, como Vito Quiles, han abandonado la población asegurando que la Guardia Civil los ha echado del pueblo, extremo completamente falso pues Quiles llevaba todo el día en Torre Pachecho. La realidad, según ha sabido ElPlural.com de fuentes conocedoras de los hechos, es que el jefe del dispositivo ha decidido no dejarles entrar a la plaza donde estaba convocada la manifestación ante la posibilidad de que alentaran posibles altercados, algo absolutamente normal si tenemos en cuenta que Daniel Esteve pretendía organizar patrullas ciudadanas.
Al tener que abandonar el lugar, ambos se han puesto en plan victimista, prácticamente 'llorando' por las esquinas de Torre Pacheco porque no han podido darse el baño de multitudes que esperaban. De hecho, en un giro dramático de los acontecimientos, a Daniel Esteve le ha fallado el subconsciente y ha dicho en un vídeo colgado en redes "a todos los vecinos que habíais venido a vernos". Vamos, que el señor Desokupa cree que la manifestación es para verle a él. Madre mía, cómo están los egos.
Pero más allá de los 'Special guest star' de la fachosfera, a la convocatoria han acudido menos de 50 personas. Muy ruidosas. eso sí. No han faltado los grandes clásicos de la extrema derecha en cualquier manifestación que se precie: "Marlaska, maricón" o "Pedro Sánchez, hijo de puta". Lo más novedoso de la jornada ha sido el momento de micro abierto, cual club de monólogos, donde los asistentes iba soltando, uno tras otro, aquellos improperios que se les venían a la cabeza. Muy de leer a Bakunin ya les digo yo que no eran. Todo era un sota, caballo y rey... o mejor, un caca, culo, pedo, pis.
Guardia Civil
El punto más negro de la jornada la han sufrido las compañeras de TVE y laSexta. Ambas han sido insultadas sin piedad. Pero en el caso de la periodista de Malas lenguas la agresión ha rozado el larguero. El resto de compañeros han acudido a los miembros de la Guardia Civil allí presentes para pedir ayuda, pero han predicado en el desierto. Así que una solo puede pensar en como le acariciaban el lomo a Vito Quiles mientras le invitaban a irse, pero han cerrado los ojos ante el trato denigrante a una compañera que, por muy poco, no ha sufrido una agresión rodeada de agentes de la autoridad.