El PSOE ha llevado este martes al Pleno del Congreso de los Diputados un debate para la toma en consideración de una proposición de ley que propone reformar el Código Penal para penalizar el acoso que sufren las mujeres que acuden a clínicas para la interrupción del embarazo. Una propuesta que pretende añadir un nuevo artículo que castigue con pena de prisión de tres meses a un año o de trabajos en beneficio de la comunidad a quienes “hostiguen o coarten la libertad de una mujer que pretenda ejercer su derecho a la interrupción voluntaria del embarazo”. En el debate se han vivido momentos muy duros, tanto que desde las filas de Vox han llamado “bruja” a la diputada socialista Laura Berja.

“Nosotros sí creemos en la vida, creemos furiosamente en la vida. Nosotros ni inventamos ni cercenamos derechos, nosotros los respetamos, empezando por el derecho a la vida, que es el primero, el más sagrado y el más precioso de todos los derechos”, ha proclamado la ultra María de la Cabeza Ruiz Solás. Ha sido ésta la que también ha argumentado que a Vox le va a preocupar “ahora y siempre que mueran niños en el vientre de su madre” y ha recriminado a los socialistas que hablen de mujeres, pero señalando la diferencia “de las mujeres nacidas y de las no nacidas”.

Por su parte, José María Sánchez García, también del grupo parlamentario de Vox, ha provocado la ira en el Hemiciclo después de que llamara “bruja” a la diputada del PSOE Laura Berja. Ante tal insulto, el presidente suplente de la Cámara le instó a abandonar la tribuna, aunque éste, alentado por los suyos, se negó a irse y se sentó junto a Macarena Olona. Esta actitud ha llevado a que el Pleno se suspendiera durante unos minutos.

“Señor Sánchez García, le ruego que se retire del Hemiciclo como marca el reglamento”, insistía el presidente suplente de la Cámara. En medio del barullo y mientras el presidente intentaba poner orden, Iván Espinosa de los Monteros comenzaba a protestar y, a su vez, Sánchez García abandonaba su escaño en el gallinero para colocarse en la segunda fila junto a los principales nombres de Vox. Después de volver a instarle que abandonara el Pleno o que retirase el insulto, el ultraderechista optó por retirar sus palabras: “Retiro que la he llamado bruja”.

La ofensiva de Vox hacia las mujeres que deciden interrumpir su embarazo voluntariamente ha ido más allá. Después del revuelto, la diputada Ruiz Solás ha proseguido con el argumentario de su formación: “Una mujer no es libre si toma decisiones cuando sufre, cuando tiene problemas, cuando se siente sola… Si a una mujer no le queda más remedio que abortar es porque no es libre. Porque ningún derecho puede ejercerse sin libertad”.