Ha sido una mañana agridulce para los intereses del presidente del Gobierno en funciones y candidato a la investidura, Pedro Sánchez. El líder de los socialistas se ha reunido este viernes, en el marco de la ronda de contactos para atar los votos necesarios para su reelección, con EH Bildu y Junts per Catalunya. Mientras que sus conversaciones con la formación abertzale han sido provechosas, atando el sí de los liderados por Mertxe Aizpurua en la Cámara Baja, el acuerdo con los posconvergentes parece más lejos de lo que se preveía antes del encuentro bilateral.

La encargada de informar de esta circunstancia ha sido la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, quien, escueta, ha decidido comparecer en el patio del Congreso de los Diputados para informar sobre sus expectativas, exigencias y distancias con el bloque progresista: “Estamos lejos del compromiso histórico”, ha indicado, señalando que “no es el momento” de escuchar las demandas del PSOE y así se lo han hecho ver a Pedro Sánchez en la reunión.

“No son los votos de Junts lo que están buscando. No estamos aquí para hacer lo que hemos hecho estos últimos cuatro años”, ha proseguido, indicando que a lo largo de la conversación han recordado a Sánchez las exigencias fijadas como condición sine qua non por Carles Puigdemont desde Bruselas. “Le hemos entregado la transcripción de aquella comparecencia”, ha reconocido Nogueras.

Sobre la amnistía, la portavoz de la formación independentista ha preferido guardar silencio y cautela: “Seremos muy cuidadosos, siguiendo con la línea marcada por el partido: no comentar y limitarnos a hablar cuando sea el momento".

Una comparecencia de apenas minuto y medio que deja entrever el mal estado de las negociaciones entre ambas formaciones. Una demostración de fuerza que puede derivar, en caso de ruptura definitiva, en una repetición electoral que el resto de partidos llamados a formar parte del bloque de la investidura trata de alejar.  

La perspectiva de Puigdemont

Nogueras ha expuesto que esta cita ha valido para hacer llegar al presidente del Gobierno en funciones una transcripción de un mensaje que el expresidente de Cataluña y dirigente de Junts, Carles Puigdemont, pronunció el pasado 5 de septiembre y en el que estableció las condiciones del partido independentista para brindar sus posibles apoyos a Pedro Sánchez.

La portavoz parlamentaria no ha querido desvelar más detalles sobre el encuentro, ni ha hablado de ninguna propuesta de amnistía, uno de los temas más candentes de la actualidad de los últimos días. "No vamos a entrar en ese juego de las filtraciones. Cuando tengamos algo que decir, lo diremos".

Pese a ello, sí que ha indicado que "si Sánchez pretende aplicar la misma receta en Cataluña que en la anterior legislatura, los votos favorables de Junts no son los que está buscando". "Esa fórmula se ha demostrado inútil", ha opinado.

Bildu agradece el encuentro con Sánchez

Por su parte, EH Bildu ha valorado con buena nota la reunión que ha mantenido con Pedro Sánchez este viernes. La formación abertzale, representada en el encuentro por Mertxe Aizpurua, ha puesto especial énfasis en la "normalidad" con la que se ha tratado esta conversación, que ha sido la primera entre los presentes desde que Sánchez es jefe del Ejecutivo.

“En un contexto político donde la crispación, el ruido y los malos modos tratan de imponerse al debate político, este encuentro refleja una forma de entender la actividad política y situarse en el momento histórico actual, en un ejercicio permanente de responsabilidad y respeto, por encima de otro criterio o interés”, ha sostenido la formación abertzale, a través de un comunicado difundido a los medios de comunicación tras la conclusión de la reunión mantenida en el Congreso de los Diputados.

 

Sobre el contenido del encuentro, que ha durado algo más de una hora y que arrancaba este viernes a las 9.30 horas, el comunicado señala que EH Bildu ha trasladado en todo momento su disposición a evitar, por encima de todo, que las dos derechas, PP y Vox, tengan opción alguna a liderar el futuro gobierno de España, situando la consecución de un gobierno progresista como su prioridad absoluta. “Por encima de siglas políticas, la inmensa mayoría del pueblo vasco envió un mandato claro: no permitir que el bloque reaccionario, liderado por PP-VOX, conformara gobierno en el Estado español. Nuestra formación hace lo que dice y dice lo que hace. Es por ello que no especula ni especulará respecto a su posición en este momento crucial. Frenar a la ultraderecha es un mandato democrático, con el que tiene absoluta responsabilidad y determinación”, han sentenciado desde la izquierda vasca.