El Rey Juan Carlos abraza a Felipe de Borbón, tras firmar su abdicación / EFE



El fiscal ante el Supremo se ha pronunciado hoy en contra de que el alto tribunal admita a trámite dos demandas de paternidad presentadas ante esta sede judicial contra el rey Don Juan Carlos, las correspondientes a una ciudadana belga, Ingrid Sartiau, y a un ciudadano español, Alert Solá. La Sala de lo Civil del Supremo solicitó informe al fiscal acerca de su competencia sobre el asunto, a lo que el fiscal respondió afirmativamente, y después sobre si procede admitir a trámite las demandas en función del fondo de las dos reclamaciones, a lo que el fiscal ha respondido negativamente. Y ello cuando aún resuena la actitud del fiscal Horrach respecto a la imputación de la infanta en el caso Nóos.

Rechazadas en primera instancia por la inviolabilidad del monarca
Ahora el Supremo deberá pronunciarse sobre la admisión teniendo en cuenta también las alegaciones de los demandantes. En cuanto a la competencia del Supremo, el Rey Juan Carlos es aforado ante el alto tribunal desde el pasado mes de julio, cuando el Parlamento aprobó la reforma legal para incluir entre los aforados -que solo pueden ser juzgados por este tribunal- al Rey Juan Carlos y a la Reina Sofía, además de la Reina Letizia y la Princesa de Asturias. Las demandas fueron rechazadas por juezas de primera instancia ante la inviolabilidad de la figura del monarca establecida por la Constitución y ante el vacío legal que pretendió subsanar la reforma citada.

Comparten progenitores
Como ya recogió ELPLURAL.COM, Ingrid Sartiau sostiene que su madre, Liliane Sartiau, conoció al monarca en 1956, en Francia. La pareja se reencontró en 1966, en una feria en Luxemburgo, nueve meses antes de su nacimiento. Buscando información sobre su progenitor Sartiau dio con Albert Solà Jiménez, quien trata de demostrar su parentesco con el rey desde los años. Él asegura que fue robado a su madre biológica y que, posteriormente fue adoptado. Los dos supuestos hermanos decidieron hacerse unas pruebas de ADN, que determina que comparten uno de los progenitores con una probabilidad del 91%.