La diputada madrileña María Teresa Gómez-Limón envió hace unos días un burofax a Mariano Rajoy para exigirle un ejercicio de transparencia "ante las lamentables y vergonzosas noticias que circulan en relación con determinadas prácticas", aludiendo así a las informaciones sobre pagos de sobresueldos en negro de Bárcenas a dirigentes del partido. Un gesto que le costó la reprimenda pública de su jefe de filas en el grupo parlamentario regional, Íñigo Henríquez de Luna, quien tachó de "insolidario y desleal" su comportamiento.
"Estoy impactada" y "enfadada"
ELPLURAL.COM ha podido hablar con la diputada regional, que se muestra sorprendida por las reacciones a su gesto. "No pensababa que iba a ser así, estoy impactada, no creí que una cosa tan sencilla iba a levantar este revuelo", apunta. Gómez-Limón se muestra dolida con las declaraciones públicas de Hernández de Luna, con el que habló el martes mostrándose "muy molesto". "Yo también he visto sus declaraciones y estoy muy enfadada. Desleal es la corrupción, y lo es con el partido, con los ciudadanos y con la democracia", replica.
El partido "debería alegrarse" de que proliferasen esos gestos
La diputada explica que lo que pretendió con el burofax es que quedara constancia fehaciente de que "no tiene nada que ver" con informaciones sobre corrupción o la que apuntaba a sobresueldos en negro a dirigentes del PP. Y es que se muestra muy preocupada por la creciente desafección ciudadana ante las noticias sobre corrupción: "No soy antisistema, soy prosistema, y si no se cambia esto no sé donde vamos a llegar". De hecho cree que al partido le convendría que más 'populares' siguiesen su gesto y deberían "alegrarse" de recibir cuantos más burofaxes "mejor" para evitar "sospechas".
Sin noticias de la dirección nacional
Sobre si ha recibido apoyos de sus compañeros de partido en la Asamblea, Gómez-Limón declara que todavía no ha tenido oportunidad de verse con muchos de ellos pero que en cualquier caso sí le han llegado felicitaciones y muestras de cariño "de militantes y ciudadanos" que valoran su gesto. También aclara que de momento "no me han dicho nada desde la dirección nacional" en relación a su burofax.
Gómez-Limón insiste en que no entendería que la relacionaran con la corrupción y que es una persona que trabaja "mucho" y no quiere ver erosionado su prestigio profesional como psicóloga forense o en su dedicación política. En cuanto a posibles sanciones desde su grupo, apunta que no cree que se produzcan ya que "cumplo con mi trabajo como diputada y no he hecho nada malo".