Corinna Larsen, en la denuncia de 29 páginas que interpuso contra Juan Carlos I ante la justicia británica, desvela que el Emérito le pidió matrimonio en mayo de 2014, un mes antes de que abdicara en favor de su hijo, Felipe. En la demanda, la empresaria alemana y amiga del entonces jefe del Estado ha explicado que éste le mostró unos planos de “un palacio de Madrid” al que se irían a vivir junto, según VozPópuli. “Sería reformado para nosotros”, indica Larsen en la demanda, parafraseando a don Juan Carlos.

De hecho, esta fue la última vez que Juan Carlos I le pidió matrimonio a Corinna. Una petición sobre la que no se sabía nada hasta ahora y que tuvo lugar, según la empresaria, dos años después del incidente en Botsuana, por el que tuvo que pedir perdón ante el enfado de la opinión pública y la presión mediática.

Corinna respondió con una negativa a la petición de su ‘amigo’ porque “estaba casado con la reina Sofía y se relacionaba con otras mujeres”. La demanda explica cómo fue la “relación romántica” entre ambos desde que se conocieran allá por 2004, cuando ella se separó de su segundo marido y estaba tramitando su divorcio. La primera petición de mano ocurrió en enero de 2009. Cinco meses antes, llegó a la cuenta de Juan Carlos I en la Fundación Lucum la donación de los 100 millones de dólares saudíes.

No obstante, “su relación íntima concluyó en 2009 cuando la demandante (Corinna) supo que su relación no era la única en lo que al demandado (Juan Carl”os I) concierne. Según la denuncia, ambos quedaron como “amigos cercanos y en estrecho contacto”, pues los hijos de ella se encariñaron con el jefe del Estado.

En primavera de 2010, el rey emérito tuvo que pasar por quirófano para que le extirparan un tumor en el pulmón y fue Corinna quien estuvo junto a su cama durante el postoperatorio y recuperación. Durante la convalecencia de Don Juan Carlos, el propio monarca dio un paso al frente y le trasladó sus deseos de que tanto sus hijos como ella tuvieran el futuro económico garantizado.

¿Cómo lo haría Juan Carlos I? Cambiando su testamento. Antes de que el caso Nóos estallara por completo, el Rey comunicó a Corinna Larsen que pensaba cambiar su testamento para introducir que parte de su patrimonio recalara en la empresaria germano-danesa. “Estaba preocupado de que su familia pudiera impugnar todo lo que le dejase a Corinna en su testamento después de su fallecimiento”, destaca.

A finales de ese mismo curso, Juan Carlos I regaló numerosos objetos a Corinna, entre las que destacan “obras de arte, esculturas, joyas y una contribución financiera para un apartamento de ella en Londres”. La empresaria germana alude a los tres préstamos de dos millones de euros para que pudiera “comprar el 30% de su mansiones”.