“Tenemos que cuidarlo y darle visibilidad. Es lo más moderno. Es nuestra identidad y nuestra cultura. Y esto no va de una zona de Galicia, estamos hablando de algo plurinacional donde todos… yo (mismo) me siento parte de Catalunya, Euskadi, Extremadura y Andalucía”. Con estas palabras del actor Javier Gutierrez arrancó Ivan Redondo su análisis semanal en su sala de guerra para La Vanguardia.
El que fuera director del gabinete de Presidencia del Gobierno se ha erigido en la defensa del “fascinante país que realmente somos” por convicción moral. En estos “caucus de la derecha” se ha certificado que el bipartidismo retrocede en Extremadura, aunque nadie lo recuerde con “luces de neón”, dice Redondo.
Respecto a los comicios extremeños que estrenó el nuevo dominó de convocatorias autonómicas, Redondo sostuvo que “los caucus de la derecha han dado carta de naturaleza al factor autoritario en España”. El 21-D votó un poco más de medio millón de extremeños, que representan el 1,5% del censo electoral español, en unas autonómicas anticipadas que por primera vez no se sincronizaron con las elecciones municipales.
De hecho, la participación cayó casi 8 puntos principalmente por este motivo, algo “inaudito” hasta la fecha en una autonomía en la que hace tan solo dos años la suma del bipartidismo obtuvo 480.000 votantes, casi el 80% del voto válido. Hoy ha retrocedido casi 120.000 hasta situarse por debajo del 70%. “Ese es el hilo rojo que hay que seguir”, reflexionó Redondo.
Este nuevo ciclo “tiene un paralelismo con el 2010”, cuando José Luis Rodríguez Zapatero envió a la abstención a tres millones de votos por los decretos de mayo y la devaluación de España. “Obviando en su análisis que lo que vino después no fue precisamente una hegemonía duradera y absoluta del PP”.
En el 2015 el PP retrocedería también sus tres millones de votos, como el PSOE, perdiendo luego en el 2018 una moción de censura y hoy dos de cada tres votos de la derecha yéndose a Vox. “Olvidándose técnicamente de que la quiebra del orden territorial autonómico viene de la mayoría absoluta de Mariano Rajoy y que en España el mercado de los votos se construye desde unas elecciones generales, nunca desde unas autonómicas”, analizó Redondo.
Según el líder del Grupo Redondo, Alberto Núñez Feijóo no tendrá de qué preocuparse ya que da por descontado que no habrá mayorías absolutas en este ciclo electoral, aunque éste fuese su cometido inicial.
Esta lectura, pero al revés, “es la misma que hace el lado izquierdo del sistema”, afirmó Redondo. El mal resultado en Extremadura se debe a la desmovilización y al candidato, “luego tampoco hay de qué preocuparse”, porque son dos contingencias enmendables. Cuando vengan elecciones generales, el PSOE volverá a las andadas y sacará a los abstencionistas de sus casas, con un propósito claro y no, como esta vez, para elegir al presidente de una autonomía. “Ni una cosa ni la otra”.
El “Madrid DF” se equivoca por completo como hace una década. En 2026, “guste o no", PSOE-PP deberán elegir en abierto su rondalla : “o plurinacional o autoritaria”, planteó Redondo. Y no valdrá no darse por enterados, como si lo generacional, lo territorial y lo estratégico no estuvieran detrás del resultado extremeño y de las investiduras y elecciones que vendrán. “Como si Trump no fuera el núcleo irradiador de un surco más profundo y Albu(r)querque no existiera más que en la provincia de Badajoz y no en el Estado de Nuevo México”, espetó el asesor político.
Manda de momento, según Redondo, “la cartografía autoritaria en estos tiempos de futuro terror, pero sigue latiendo una idea que tenemos que cuidar y darle visibilidad”. La de una España plurinacional a la espera de ese rebelde con causa: “usted”. Por ello, Redondo finalizó su perspectiva de la semana con una invitación: “Haga su rondalla plurinacional y brinde por ello. Cada vez somos más”.