La Ley Trans seguirá enquistada. Al menos esas son las sensaciones tras la intervención de la ministra de Igualdad, Irene Montero, en La Hora de TVE. La dirigente de Unidas Podemos ha asegurado que el PSOE acaba trasladar a sus socios de Gobierno que “no quieren llegar” a un acuerdo y que, por tanto, seguirán adelante con sus enmiendas a la norma.

Queda un mes para que concluya este 2022, pero todo hace indicar que la Ley Trans, pese a los compromisos adquiridos por Moncloa, se retrasará. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha señalado directamente a Ferraz como principal responsable. Y es que según la líder de Podemos, los socialistas le han trasladado su intención de seguir hacia adelante con las enmiendas planteadas al articulado.

“Por desgracia, el PSOE nos acaba de comunicar que no quiere un acuerdo y que irá con sus enmiendas vivas a la ponencia”, señala la titular de Igualdad. De hecho, esa ponencia se celebrará esta misma semana y, salvo un nuevo giro de guion inesperado, la fractura entre los dos socios de gobierno se antoja insalvable. Montero ha acusado a los socialistas, además, de que sumarán sus votos a los del Partido Popular para la imposición de “un recorte en derechos” en los márgenes del articulado.

La falta de acuerdo ha generado cierto malestar y “preocupación” en el Ministerio de Igualdad y así lo ha trasladado la propia Irene Montero. No da por perdida la aprobación de la norma, pero asegura que están frente a un “momento muy difícil” para su tramitación ante la amenaza de que el bipartidismo sume sus fuerzas. Por ello, la ministra del ramo ha acotado que no pueden “defraudar” a las personas trans, a las que transmitieron que tanto la sociedad como el Estado “tienen una deuda con ellos”. “Tenemos una responsabilidad”, ha subrayado.

Gruesas diferencias

La Ley Trans vio la luz el pasado mes de junio en el Consejo de Ministros. El articulado soliviantó las relaciones entre los socios de Gobierno desde su misma concepción. Pugnas que ahora se han trasladado al ámbito parlamentario y que han obligado a la postergación del trámite normativo.

Las diferencias se antojan insalvables, al menos desde el PSOE, que ha experimentado una pequeña guerra fratricida en sus entrañas. Los colectivos feministas clásicos se levantaron en armas contra el articulado, provocando la reacción inmediata de los defensores del mismo y un cierre de crisis en falso.

Por el momento, los socialistas han registrado hasta 37 enmiendas para pulir algunos aspectos del articulado. Desde Ferraz defienden que sus correcciones no afectan a lo “mollar” de la ley, sino que simplemente la dotan de un blindaje frente a posibles recursos de la ultraderecha y los conservadores. Sin embargo, uno de los aspectos a mejorar para los socialistas pasa por la introducción de un mayor control en lo relativo a la autodeterminación de género entre menores comprendidos entre las edades de 12 y 16 años.

No obstante, en Ferraz no dan por cerrada la negociación con Podemos, a pesar de las palabras de Montero. Fuentes socialistas explican que se mantienen sus enmiendas en los márgenes de lo que “todavía es el trabajo parlamentario de cualquier texto legislativo”. Las posibles reacciones judiciales de PP y Vox son la principal justificación que ofrecen desde posiciones orbitales de la ejecutiva del partido. “La seguridad jurídica y su blindaje respecto a los más que previsibles recursos son el objetivo del PSOE en esta fase”, explican a este periódico.