A punto de cumplirse el 50º aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco, el prestigioso historiador y profesor de la Universidad de Zaragoza y de la Central European University de Viena, Julián Casanova, ha publicado Franco (Editorial Crítica), una ambiciosa biografía basada en más de 150.000 documentos y cuatro décadas de investigación.
El autor en distintas entrevistas del libro e intervenciones públicas, ha advertido de que existe toda una operación en marcha para rehabilitar la figura de Franco. Según Casanova, la operación está promovida e impulsada desde sectores de la ultraderecha y amplificada por redes sociales que llegan a los jóvenes, ajenos a lo que significó la cruel dictadura que tuvo a los españoles 40 años bajo el yugo de Franco.
Cambio en la percepción del franquismo
El historiador y escritor señala un cambio profundo en la percepción del franquismo y pone su propio ejemplo personal: “Antes hablaba de Franco y no pasaba nada; ahora hay un ruido infernal”. A su juicio, la ultraderecha española ha dejado atrás los nostálgicos del Valle de los Caídos para adoptar estrategias internacionales similares a las de Putin, Orban o Trump, utilizando la historia como campo de batalla ideológico.
Entre los mitos que desmonta en su obra figuran el del Franco modernizador —“España se modernizó en los 60 como lo hizo toda Europa, pero con un coste humano y social que otros países no pagaron”—, el supuesto freno al comunismo —“una falsedad: ningún país occidental cayó bajo el comunismo por vías democráticas”— o la neutralidad en la Segunda Guerra Mundial, que califica como “un relato infantil”. Cree que la figura de Franco sigue rodeada de mitos y desconocimiento, alimentados por propaganda y vacíos educativos.
Sobre la naturaleza del régimen, lo define como “una dictadura basada en la represión, la corrupción estructural y una obsesión paranoica con enemigos internos”, y recuerda que el propio Franco fue producto de un entorno marcado por el trauma del 98, la brutalidad colonial en África y la ideología de la conspiración judeo-masónica.
Franco, añade, no fue un líder carismático como Hitler o Mussolini, pero se mantuvo en el poder durante casi 40 años por su capacidad para adaptarse y apoyarse en aliados extranjeros, desde las potencias fascistas a las democracias occidentales de posguerra. “Al final de su vida, ya no entendía el país que tenía delante””. Para la elaboración de este libro, “Franco”, Casanova ha consultado más de 150.000 documentos.