El exconseller valenciano y vicesecretario general del PP, Esteban González Pons, se lavó las manos ante el juez Castro sobre los negocios de Iñaki Urdangarin con la Generalitat. Asegura que con la firma suya que aparece en un convenio entre el Instituto Nóos y la Generalitat Valenciana no se pagó "ni un euro público", ya que de lo contrario se habría "pensado mucho más" rubricarlo.

El juez, que tomó declaración al dirigente popular como testigo del caso Nóos, investiga los 382.203 euros recibidos por Urdangarin de la Generalitat para organizar en Valencia los Juegos Europeos 2006, un evento que finalmente no se llegó a celebrar. Según González Pons, si él firmó algo fue porque había un "acuerdo previo" del Gobierno autonómico, traspasando de esta manera cualquier responsabilidad al entonces presidente del Ejecutivo valenciano, Francisco Camps.

Fuentes jurídicas han explicado a Efe que González Pons ha destacado al duque de Palma como el único cabeza visible del instituto y que era determinante para darle más peso y más categoría a la entidad.

Pons también aseguró que Urdangarin pretendía convertir una zona del parque natural de la Albufera en un puerto deportivo, al menos así se lo propuso a la Generalitat. El proyecto, afortunadamente, no salió adelante.

El asesor jurídico de la Casa del Rey, José Manuel Romero, conde de Fontao, a su llegada a los juzgados de Plaza de Castilla, en Madrid, para declarar ante el juez del caso Nóos, José Castro, que se desplazó a la capital española para tomar declaración a siete testigos de este caso, así como a uno de los imputados. EFE



Poco antes había declarado el asesor jurídico de la Casa del Rey y conde de Fontao, José Manuel Romero y, según ha trascendido, dedicó su testimonio a proteger a su jefe Don Juan Carlos. El conde de Fontao asumió como una decisión propia la recomendación a Urdagarin de que dejara de hacer negocios a través del Instituto Nóos valiéndose de su condición de miembro de la Familia Real. No porque pensara que era algo ilegal sino por ética. Con ello, el asesor jurídico de la Casa del Rey pretendía evitar que Urdangarin "enseñara la tarjeta" para obtener contratos públicos y privados "por ser quién es", según ha dicho.

Según recoge la Cadena SER, durante su declaración el conde de Fontao provocó el enfado del juez Castro que le recordó en varias ocasiones su obligación de decir la verdad. "Declara usted como testigo", insistió. A su salida de los juzgados, dijo a los periodistas que se encontraba "muy satisfecho" de su declaración y que "en ningún caso" su testimonio puede dañar a La Zarzuela ni afectará a su continuidad como asesor.

Por otro lado, Iñaki Urdangarin, Mario Pascual Vives, dudó anoche de la "verosimilitud" de las noticias que apuntan a la hipotética imputación en las próximas semanas de la infanta Cristina en el caso Nóos. "No se si me merecen verosimilitud, pero sigo sin ver por qué", ha declarado. Según la emisora mallorquina Última Hora Radio, Castro es partidario de su imputación, en contra del criterio de la Fiscalía Anticorrupción, que continúa rechazando esta hipótesis. Como pruebas estaría la aparición de su firma en tres actas de las reuniones del Instituto Nóos y los correos de Diego Torres.