Retraso inesperado en el Consejo de Ministros. El Gobierno ha decidido postergar la reunión del gabinete protocolaria para acercar posturas con Junts y apuntalar la negociación en torno a las medidas del escudo social que decayeron la pasada semana en el Congreso de los Diputados, según ha avanzado ElPaís y ha podido confirmar ElPlural.com de fuentes del Ejecutivo. La intención es salvar al menos una parte de las iniciativas del decreto ómnibus y aprobarlo este mismo martes en el cónclave ministerial.
Para ello, se ha invertido el orden de la agenda en el Palacio de La Moncloa, pues el Consejo de Ministros estaba previsto para las 09:30 horas de este martes, antes de la celebración del Consejo de Seguridad Nacional. Sin embargo, ante las posibilidades de cerrar un acuerdo para recuperar la revalorización de las pensiones y la bonificación del transporte público, se ha decidido alterar las reuniones y ganar tiempo para aprobar el decreto en esta misma reunión.
Socialistas e independentistas no han destruido las líneas de comunicación, sino que las han intensificado durante todo el fin de semana, incluyendo el lunes por la noche. El objetivo pasaba por articular un nuevo decreto y solventar los escollos que alejaban a Junts del ‘sí’, al tiempo que desnudan por completo la estrategia de un Partido Popular que se queda sólo -con Vox- en su trinchera. Los juntaires exigían cambios en el decreto y extirpar medidas que “no tenían nada que ver” con la revalorización de las pensiones, las bonificaciones del transporte o las ayudas a los afectados por la DANA. Iniciativas que provocaron el enfado de una Miriam Nogueras que regó al Ejecutivo con una colección de exabruptos en sede parlamentaria el pasado miércoles y que, posteriormente, junto al PP, tumbaron la prórroga del escudo social.
Así, el Ejecutivo aportará todo tipo de detalles en la protocolaria rueda de prensa posterior al cónclave, en la que comparecerán el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el titular de Transformación Digital, Óscar López, junto a la portavoz y responsable de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría. En la sala de prensa de Moncloa se desgranarán los detalles del nuevo decreto y la hoja de ruta para resucitar las medidas -algunas- que decayeron y que había debilitado a la coalición en el plano parlamentario.
Las sensaciones que emanan de los muros de Moncloa son favorables al acuerdo. Si bien las fuentes consultadas se aferran al mantra de la prudencia, sí se respira cierto optimismo y en estos momentos nadie se atreve a descartar el pacto. Es más que factible, según transmiten voces conocedoras, que empiezan a ver cómo se incrementan las posibilidades de conseguir una salida para blindar a los pensionistas y al resto de la ciudadanía.
El reclamo de Junts
Antes de que trascendiera la inversión en la agenda monclovita, los de Carles Puigdemont negaron hasta la saciedad que mantuvieran los canales abiertos con el Ejecutivo. La portavoz juntaire en la Cámara Baja, Miriam Nogueras, mientras repetía que su grupo no es una “muleta” del Gobierno, instaba a estos a sentarse en la mesa de negociación. De hecho, animaba a Sánchez a aprobar este mismo martes un decreto que incluya “medidas urgentes” y no colar “otras cosas”. No obstante, negaba haber negociado “ni una coma” del decreto ómnibus con el Gobierno en un intento por desmentir al ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños.
Así se pronunciaba en la mañana de este martes ante las cámaras de TVE. Nogueras, al ser interrogada por las palabras del ministro en las que aseguraba que el decreto estaba cerrado desde el mes de diciembre, aseguraba que ni PSOE ni Sumar “han negociado nada de este real decreto” con Junts, dejando claro que el balón está en el tejado del propio Gobierno porque su grupo ya ha hecho públicas sus “líneas rojas”. Por ello, ha instado al Ejecutivo a “aprobar” el escudo social “hoy mismo”, pero con los temas que “realmente son de urgencia y afectación social”. “Saben perfectamente que vamos a apoyarlos”, deslizaba la neoconvergente, al tiempo que reprochaba la actitud de Moncloa en el proceso de tramitación del real decreto vetado.