Distintas organizaciones del Partido Popular a nivel nacional han amanecido este lunes con una circular interna enviada desde la cúpula de Génova en la que se les señala que no acepten a tránsfugas de Ciudadanos que acudan a estas formaciones descontentos por el rumbo que ha cogido el partido que previsiblemente liderará Inés Arrimadas tras las primarias de la formación. ¿El motivo? Según ha podido saber ElPlural.com, evitar que el costoso acuerdo alcanzado entre azules y naranjas para concurrir juntos a las elecciones del País Vasco se vayan al traste.

Asimismo, Pablo Casado y su entorno más cercano se muestran optimistas en que esta alianza no sea un hecho puntual, sino que se pueda reproducir en más territorios, con las elecciones catalanas en el horizonte más próximo, y de esta manera recuperar a votantes que habían perdido en los últimos años tras la irrupción de los naranjas. Por ello, han optado por movilizar a toda su maquinaria para que este plan salga según lo planeado, y Cs no tenga motivos para echarse atrás.

Este periódico se ha puesto en contacto con los populares para contrastar esta información, pero en el momento en el que se está redactando esta noticia no hemos recibido respuesta alguna. Por otra parte, fuentes de Ciudadanos han señalado a este medio que desconocían la existencia de esta circular.

La motivación, cuidar los pactos autonómicos

El Partido Popular y Ciudadanos rubricaron el pasado viernes, sobre la bocina y de forma unilateral desde Madrid, su pacto de coalición para concurrir juntos en las elecciones del próximo 5 de abril en el País Vasco. Génova no se atrevió con Feijóo, que ostenta la mayoría absoluta de la región y se negó a que su candidatura sirviera como experimento de Casado, pero el pulso autonómico no cayó del mismo lado para Alfonso Alonso.

Teodoro García Egea firmó por él. Mientras el PP vasco realizaba comunicados considerado como “inasumibles” las exigencias de los naranjas, la Ejecutiva popular seguía manteniendo conversaciones con el equipo de Arrimadas, que, al igual que sus homólogos, se enfrentaba a ciertos pesos pesados de su propio partido que renegaban de la dilución de la marca en un equipo alternativo.

El enfado con Alonso se convirtió en un quebradero de cabeza. Sin medias tintas, el PP decidió apartarlo, dejando al líder caído en un segundo plano y repescando a Carlos Iturgaiz para el puesto. Expresidente de los populares en Euskadi y otrora eurodiputado será el cabeza de cartel de la nueva fórmula: PP+Cs.

Es por ello, y por el espíritu de alcanzar una fórmula parecida en Cataluña, donde Ciudadanos defiende su condición de ganador de las elecciones, que el PP ha decidido cortar por lo sano el intento de tranfuguismo naranja. Casado no quiere que los problemas municipales acaben motivando una separación. Cataluña en el horizonte y España Suma como propósito final, los populares saben que dejarlo todo atado es condición sine qua non para mantener las buenas vibraciones de cara al futuro.

Acusaciones de Bárcenas

Cabe recordar que el ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, acusó a los populares vascos de haber recibido un millón de euros en dinero negro para el partido procedente de supuestas comisiones pagadas por empresarios entre los años 1999 y 2005.

En este sentido, Bárcenas declaró ante el juez que parte de la hipoteca de la sede del PP de Bilbao fue pagada con fondos procedentes de supuestas donaciones ilegales de constructores, señalando así al fichaje repescado de Casado.