Este martes se va una parte importante del socialismo andaluz. Con Leocadio Marín, socialista jiennense, de Baeza, se va una parte de la historia triunfadora y de éxito del PSOE-A y, por ende, del socialismo nacional. Marín ha fallecido con 81 años y fue casi todo en política de la mano de su partido. Político vocacional y con un gran sentido del servicio público, además de licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada, estuvo donde le pidieron porque su mentalidad además era disciplinada. Fue motivo de foco y protagonismo político cuando, en realidad, Leocadio Marín, jamás lo buscó y huía de los oropeles de la función pública.

Era serio, muy en serio en su fisonomía y maneras, pero entrañable en su trato. Austero y sencillo, pasó en su dilatada vida política como un hombre íntegro y de firmes convicciones políticas. No era un socialista con los principios en el carnet de afiliado, sino que creía en ellos, lo defendía y ejemplificaba y tenía auténtica vocación de que los gobiernos defendiesen a los más débiles. Ello, estar del lado de los más vulnerables de la cadena social, lo llevó a ejercer, con eficacia y coherencia, la presidencia nacional de la Cruz Roja Española de finales de 1985 hasta 1990, puesto que asumió con ilusión dejando la relevante Delegación de Gobierno en Andalucía. Nunca dejó de estar ligado a esta institución con cuyos principios humanitarios y solidarios se identificaba plenamente.

Antes saltó a la palestra política siendo elegido presidente de la Diputación Provincial de Jaén en las primeras corporaciones municipales y provinciales democráticas. Allí dejó su impronta de eficacia y capacidad de gestión lejos de usar el poder omnímodo de estas instituciones supramunicipales a favor de su prestigio personal y ascensor político. Presidió el Palacio Provincial desde las primeras elecciones democráticas en 1979 hasta 1983.

En las elecciones al Parlamento de Andalucía de 1982, Marín es elegido diputado autonómico del PSOE por Jaén. Deja su escaño en enero de 1983 por su nombramiento como Delegado del Gobierno en Andalucía. En la sede de la Plaza de España de Sevilla estuvo como máximo representante del Gobierno de España hasta noviembre de 1985 que aceptó la designación de Presidente de la Cruz Roja Española, representación que ostentó durante casi cinco años.

En un momento convulso del socialismo andaluz, fue enviado de apafuegos conciliador para lo que fue elegido presidente del PSOE-A en 1988. Permaneció en esa importante sede de la sevillana calle San Vicente como cargo orgánico de la poderosa federación del PSOE, la más numerosa en cuanto a militantes y agrupaciones, hasta 1994. De 1990 a 1993 fue consejero de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía.

Deja la alcaldía de Baeza y continúa su sobrina, la también socialista, Lola Marín

Pero la máxima felicidad política a la que aspiraba Leocadio Marín, le vino en 2007, cuando logró ser alcalde de su pueblo, Baeza, su gran aspiración. La prueba del cariño que se le profesaba es que consiguió el bastón de la alcaldía baezana al frente de su partido, arrasando con una mayoría absoluta de un 52% de los votos y 9 concejales de 17 que componían la Corporación. Estuvo como regidor hasta 2015, año en el que la releva en el cargo su sobrina Lola Marín Torres. En las últimas elecciones municipales, habiendo empatado en número de concejales con el PP (8 a 8), una decisión inexplicable, el del voto decisivo de la formación Baeza Merece Más, arrebata la alcaldía a la sobrina de Leocadio Marín para llevar a la alcaldía a la derecha representada por el alcalde actual del Partido Popular.