Hasta hace poco, el nombre de Ester Muñoz de la Iglesia apenas sonaba fuera de León y de los círculos internos del Partido Popular. Con su nombramiento como portavoz del PP en el Congreso, la abogada y política leonesa salta al primer plano de la política nacional, convirtiéndose en la voz oficial de Alberto Núñez Feijóo en las Cortes y en un rostro que, previsiblemente, ganará protagonismo en los debates de la legislatura. La apuesta de Feijóo consolida el ascenso de una dirigente que ha hecho de la disciplina partidaria y el tono combativo sus principales señas de identidad.

De León al Congreso

Nacida en León en 1985, Ester Muñoz es licenciada en Derecho por la Universidad de León, con parte de sus estudios realizados en la Universidad de A Coruña. Posteriormente, completó un máster en Derecho Internacional por la Universidad de Murcia y se colegió como abogada en Madrid. Su paso por el ejercicio privado de la abogacía fue breve: en 2011 dio el salto a la política de la mano del Partido Popular, comenzando a trabajar en la estructura electoral del partido.

Su carrera dentro del PP ha sido constante y ascendente. Fue senadora por León entre 2016 y 2019, donde comenzó a destacar por sus intervenciones en el ámbito de Justicia y Administraciones Públicas. Tras su paso por el Senado, se incorporó al Gobierno de Castilla y León como asesora de la Presidencia y, más tarde, como delegada territorial de la Junta en su provincia. En 2022, se convirtió en presidenta del PP de León y fue elegida diputada al Congreso en las elecciones generales de 2023. En paralelo, ha ocupado la vicesecretaría nacional de Sanidad y Educación del partido, dentro del organigrama dirigido por Feijóo.

El anuncio de su designación como portavoz parlamentaria confirma la confianza que el líder del PP deposita en ella y sitúa a Muñoz en el núcleo duro de la dirección popular en un momento de alta tensión política.

Un estilo directo y polémico

Si algo ha caracterizado el perfil público de Ester Muñoz es su tono directo y su participación en debates que han terminado generando polémica. Durante su etapa como senadora, una de sus intervenciones más recordadas se produjo en 2019, cuando criticó el presupuesto destinado a la Ley de Memoria Histórica. En un debate en el Senado, lamentó que el Gobierno destinara “15 millones de euros para desenterrar unos huesos” en vez de mejorar los recursos de jueces y fiscales. La frase generó un aluvión de críticas desde las filas del PSOE y de colectivos de memoria, que acusaron a Muñoz de faltar al respeto a las víctimas del franquismo. La entonces ministra de Justicia, Dolores Delgado, tachó sus palabras de “indignas”, mientras el PSOE de León llegó a exigir una disculpa pública.

Otra de las intervenciones que más repercusión ha tenido fue su comparación entre las amenazas sufridas por cargos públicos del pasado y la situación política actual. En abril de 2024, en pleno debate sobre el acoso y la crispación política, Muñoz utilizó sus redes sociales para señalar: “En un país en el que miles de cargos públicos tenían la amenaza de ETA de acabar con sus vidas… esta campaña [de apoyo al presidente Sánchez] es una auténtica tomadura de pelo”. El mensaje le valió el reproche público de Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE), quien le pidió “dejar de utilizar” a las víctimas para el “barro político”. Desde el PSOE, la acusaron de “banalizar” el terrorismo y de usar un tema sensible con fines partidistas.

Más recientemente, Muñoz protagonizó otro episodio controvertido al comparar las tensiones territoriales en León con la situación vivida en Cataluña en el pasado. En un acto del PP en febrero de 2025, aseguró que “en León empezamos a vivir cuestiones parecidas a las que había en Cataluña”, en referencia a la creciente presencia de movimientos leonesistas y manifestaciones por la autonomía provincial. El comentario encendió los ánimos de partidos locales como la UPL (Unión del Pueblo Leonés), que consideraron sus palabras un insulto a los leoneses.

El reto de liderar al grupo parlamentario

El salto de Ester Muñoz al cargo de portavoz del PP en el Congreso no solo la sitúa en primera línea mediática: supone un desafío político de calado. Deberá coordinar un grupo parlamentario con sensibilidad diversa y marcar el tono de la oposición al Gobierno en un momento en el que el PP ha intensificado su ofensiva contra el Ejecutivo. En su debut como portavoz, se espera que mantenga el estilo que ha mostrado hasta ahora: duro con el Gobierno y fiel a las líneas marcadas por la dirección de Feijóo.

Su designación ha sido leída como una apuesta por una figura de confianza para el líder popular, en un momento en el que el partido busca reforzar su estrategia parlamentaria de desgaste al Gobierno. Al mismo tiempo, su perfil genera expectación dentro y fuera del partido por la capacidad de Muñoz para combinar ese tono combativo con un liderazgo capaz de articular los discursos del PP en la Cámara Baja.

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