El chupinazo que a las 12:00 horas da el tradicional inicio de las fiestas de San Fermin se ha atrasado al descolgar unos desconocidos una gran ikurriña delante de la fachada del ayuntamiento de Pamplona. EFE
El chupinazo de los sanfermines se ha retrasado por primera vez en su historia al desplegarse una gran ikurriña ante la fachada del Ayuntamiento, lo que ha generado momentos de tensión e incertidumbre y ha hecho que la mecha se prendiera con 18 minutos de retraso.
Un cable que cruzaba la plaza
Unos minutos antes de las doce del mediodía, unos desconocidos han desplegado una gran ikurriña sobre un cable que cruzaba la plaza Consistorial, que tapaba gran parte de la fachada, incluido el balcón del lanzamiento, lo que ha llevado a los responsables municipales a retrasar el lanzamiento del cohete hasta su retirada.
Los políticos rechazan la acción
Este incidente, sin precedentes en los sanfermines, ha sido lamentado por los representantes municipales, aunque no han llegado a consensuar un texto de condena por el retraso en el inicio de la fiesta. El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha mostrado su "indignación" por lo que ha considerado un "intento de torpedear" el inicio de los sanfermines, "el momento más importante del año" para la ciudad.
Un juzgado abre diligencias
El juzgado de guardia ha abierto diligencias por este suceso ante la existencia de un supuesto delito contra el orden público y por el que hasta ahora no se han producido detenciones. Éste no ha sido el único incidente ocurrido en torno al chupinazo, ya que un policía municipal ha resultado herido en la cabeza, a causa de un botellazo lanzado durante una carga policial contra un grupo de personas que han tirado distintos objetos, y también el dirigente de la izquierda abertzale Txelui Moreno ha sido lesionado al intentar mediar en un incidente en la plaza del Ayuntamiento.
El PSOE pide respeto institucional
El concejal socialista Eduardo Vall ha lanzado el chupinazo desde el balcón principal de la Casa Consistorial. Acompañado por Ana Irene Rodeles, en representación de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), que este año celebra el 75º aniversario de su nacimiento, Vall ha sido el encargado de prender la mecha del ansiado cohete, un instante que ha definido como "impresionante".
Tras las palabras de Vall: "pamploneses, pamplonesas, iruindarrak, gente forastera, desde el respeto institucional, viva San Fermín, gora San Fermín", los pañuelos rojos han hecho su aparición y han sido anudados al cuello, como símbolo inequívoco de que las fiestas han comenzado.
Miles de personas en la plaza
En la plaza y sus aledaños, de unos 2.500 metros cuadrados, se calcula, según el Ayuntamiento, que pueden agruparse unas 12.500 personas.