El exsenador de Podemos Ramón Espinar ha salido en defensa de Alberto Garzón tras las críticas de Pablo Iglesias al hecho de que el exministro de Consumo fuera a fichar la consultora Acento, que dirige el exdirigente socialista José Blanco. Cabe destacar que Garzón, finalmente, ha frenado su fichaje tras el acoso recibido por los satélites mediáticos de la formación morada.

Años después del pacto de los botellines, en el que Iglesias y Garzón anunciaron la unión de Podemos e Izquierda Unida, Iglesias ha atacado con dureza a quien fuera su compañero en política: "Entiendo que hay que ganarse la vida y más cuando se tienen hijos y sé que no es nada fácil hacerlo si has ocupado cargos políticos, eres de izquierdas y no eres funcionario. Pero creo que, los que hemos representado a partidos de izquierdas, tenemos obligaciones de decoro", ha escrito Iglesias tras conocer que Garzón ficharía por Acento. El propio Iglesias también se ha puesto como ejemplo, tratando de dejar por los suelos a Garzón: "Les debo confesar que ninguna de esas consultoras me ha hecho ninguna oferta. A mí nadie me ha ofrecido jamás plata. A mí solo me han ofrecido plomo, plomo y más plomo. Nunca podré saber si tengo un precio porque nadie ha intentado jamás comprarme".

Tras su señalamiento a Garzón, el propio Ramón Espinar ha atacado con dureza al cofundador de Podemos. Y lo ha hecho con un contundente mensaje en su cuenta personal de X: "Creo que la razón por la que Iglesias golpea a Garzón ya no es ni visceral ni muchísimo menos ética. Le golpea por una razón casi funcionarial, mecánica. Es uso y costumbre en su entorno masacrar a quien se va para bloquearle el posible camino de vuelta. Solo puede quedar él", ha indicado. Espinar ha ido a más en otro mensaje: "A mi me parece estupendo que la gente se gane la vida después de la política. ¿Hay aristas en currar en consultoría? Ninguna. ¿En currar en esa consultora? Algunas. Pero lo que es asqueroso es montarte una tele para cazar compañeros".

Tras la presión sufrida, Garzón decide no fichar por Acento

Alberto Garzón, exministro de Consumo, ha decidido no unirse a la empresa Acento debido a la incomodidad generada en el ámbito político. En un comunicado, Garzón insta a la izquierda a reflexionar sobre su tratamiento hacia aquellos que dedican su tiempo y energía a proyectos colectivos, subrayando que la política puede ser un proceso desgastante para las personas involucradas. Aunque tenía la intención de contribuir al mundo ecosocialista a través de varios medios profesionales, incluida la consultoría, Garzón se ha visto obligado a retractarse de su decisión debido a la situación.

El exministro expresa su desilusión al notar la falta de comprensión en la esfera pública y recalca su creencia en una izquierda menos prejuiciosa e inquisitorial, más centrada en influir en diversos ámbitos que en la pureza ideológica personal. Reconoce sentirse frustrado por las dinámicas tóxicas dentro de la izquierda, lamentando el tiempo y la energía gastados en disputas internas. A pesar de esto, Garzón manifiesta su compromiso con el bienestar colectivo y su intención de seguir contribuyendo profesionalmente en otros ámbitos, priorizando a su familia.

La renuncia de Garzón destaca los desafíos y complejidades dentro de los ámbitos políticos, así como la importancia de la integridad y el bienestar colectivo. Su mensaje apunta a la necesidad de un cambio en la forma en que se manejan los desacuerdos y conflictos dentro de la izquierda, enfatizando la importancia de mantener un enfoque humano y solidario en la política y en la vida en general.

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