La Conferencia Episcopal sigue destinando sus fondos de forma calculada, independientemente del rédito final de sus aportaciones, recibidas por las donaciones particulares fruto de la asignación tributaria vía IRPF que recibe la Iglesia Católica. La cadena de televisión Trece TV lleva tiempo sostenida por estas partidas, recibiendo este último 2018 28,5 millones de euros.

Trece TV disponía de una línea de crédito participativo de su accionista mayoritario con un límite de 30.000.000 euros y vencimiento el 1 de abril de 2022, de la cual en 2018 han dispuesto de 28.500.000, frente a los 20.000.000 de 2017. Los ocho millones que aumentó el desequilibrio patrimonial han sido cubiertos íntegramente por el crédito participativo de la Conferencia Episcopal, que creció en diez millones en tan solo un año. De esta manera, los obispos se convierten en acreedores y dueños de la compañía, de la que poseen el 78% del capital.

La cadena de televisión encadena nueve años consecutivos con absolutas pérdidas que suman la cantidad de 91,4 millones de euros, acumulados desde su fundación en 2010. Además, su influencia es irrisoria, luchando cada día por alcanzar un 2% de share que solo logra gracias al cine, especialmente a la recuperación de filmes españoles.

Trece TV, casi cinco veces más que Cáritas

Cabe comparar la cantidad que destina a esta cadena ‘sin audiencia’ con lo que destina a Cáritas. La Iglesia Católica, de los 256.661.678 millones recaudados con la X en la casilla de la Declaración de la Renta, 197,8 millones se destinaron a las 70 diócesis y Cáritas solamente recibió 6 millones. Eso equivale a una cantidad del 2,33% del total que la Iglesia recaudó con la casilla de la Declaración de la Renta.

El 80% de los recursos que se envían directamente a las diócesis son “para las actividades pastorales”. Esta cantidad tiene como objetivo pagar los sueldos de curas y obispos de este país.