La situación de los semáforos en el interior de la M-30 es "intolerable" y las responsabilidades apuntan hacia el alcalde de la ciudad de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que a pesar de las constantes denuncias del Comité de Empresa y de los grupos parlamentarios de la oposición, no ha hecho absolutamente nada. Tampoco la Comisión de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, ni el Consorcio Regional de Transportes Públicos Regulares de Madrid, dependientes de su gobierno municipal.
Adjudicación a la baja
En febrero de 2024 la empresa valenciana Electronic Trafic resultó adjudicataria de todo el interior de la M30, del contrato de servicio y suministro para la operación, mantenimiento e instalación de tecnologías del tráfico. Pero lo fue con una bajada en la oferta económica de casi un 20%, la más módica de las posibles. El presidente del Comité de Empresa, David Piñas, aseguró que esta falta de personal es muy evidente en algunos turnos con sólo uno o dos trabajadores para cubrir todo el interior de la M-30, cuando como mínimo debería haber cinco.
A partir de ahí comenzaron los problemas, ya que esa bajada económica para llevarse el contrato está suponiendo de facto no tener suficientes personas trabajando para ahorrarse los costes, de manera que el pliego no se está cumpliendo. “La empresa se ríe del Ayuntamiento e incumple un contrato que pagamos todas y todos los madrileños”, ha remarcado Esther Gómez, concejal de Más Madrid en declaraciones a ElPlural.com.
El pasado 12 de diciembre, estuvo caído el sistema de la empresa que mantiene los semáforos en el interior de la M-30 durante 24 horas. Es “un peligro grave”, porque los trabajadores “no tienen visión de lo que ocurre en el sistema, no saben qué está pasando, no saben si los semáforos funcionan o no. Están trabajando a ciegas”, añade.
“Pero lo peor es que con esta desidia está poniendo en riesgo la seguridad de las personas, conductores y peatones. ¿Cómo consiente Almeida que haya días con solo una o dos personas para mantener todos los semáforos del interior de la M-30? Esto es jugar a la ruleta rusa con la seguridad vial de Madrid”, apunta la concejala en conversaciones con este periódico.
Los trabajadores han documentado todas estas incidencias y las han presentado formalmente al Ayuntamiento. La respuesta de Almeida y sus más íntimos colaboradores ha sido la del "silencio absoluto" y la "negligencia total", según denuncian las voces críticas, y es que el gobierno municipal estaría incumpliendo su obligación legal de fiscalizar este contrato. La empresa no cuenta con personal suficiente para cumplir el contrato: los avisos ciudadanos no se atienden, los mantenimientos no se realizan en plazo o, directamente, ni se hacen, falta material básico, no se cubren bajas y no hay formación para una plantilla envejecida. “Todo esto es un incumplimiento flagrante del pliego de condiciones que el propio Ayuntamiento aprobó”, sostiene Gómez.
Accidentes anteriores
El pasado octubre, el cruce de avenida de la Ilustración con Ginzo de Limia estuvo varias horas con los semáforos sin funcionar hasta que se reparó la avería, ya que sólo había una persona disponible para todas las roturas del interior de la M-30. De hecho, en ese cruce y en ese intervalo de tiempo se produjo un accidente, sin daños personales, entre un autobús y un taxi. También durante el puente de la Almudena, en concreto el día 10 de noviembre, solo había un trabajador disponible para todas las incidencias que se produjeron entre las 19.00 horas y las 23.00.
ElPlural.com se ha puesto en contacto con fuentes cercanas al Ayuntamiento de Madrid para conocer su versión sobre la gestión, pero hasta el instante de la publicación de esta noticia, no se han querido pronunciar al respecto.