El presidente de la plataforma LGTBI Diversitat, Toño Abad, ha publicado en su cuenta personal de Twitter un correo electrónico que le ha hecho llegar una madre, dándole las gracias por haber dado esa charla en el centro escolar de su hijo. Es un mensaje en el que la madre de un chico que estaba siendo acosado en el colegio, da las gracias por la labor que realizan las asociaciones LGTBI en los centros educativos. La gente de su clase le hacía 'bullying' porque difundían mensajes por la red social WhatsApp, diciendo que el chico era homosexual. El joven, actualmente en tercero de la ESO, ha recibido constantes abusos durante los últimos dos años. En el correo, la madre, explícitamente, rechaza totalmente el pin parental porque ''el respeto es el motor de la vida y la diversidad es una oportunidad para aprender y ser mejores personas". 

Después de la charla que impartió esta asociación, el niño, ilusionado, volvió a casa para contarle a su familia que tanto él como una compañera habían salido del armario delante de toda la clase. Los abusones, después de la charla, pidieron perdón al joven del que tanto se burlaban por no ser como ellos. Incluso le dijo a su familia que era gay. En el escrito se puede observar la preocupación de Sara, madre del joven, por la situación que tiene que atravesar constantemente.

Esta carta se ha hecho viral en Twitter, y más después de las políticas restrictivas que se están llevando a cabo en Murcia. Con esta misiva, el tuitero denuncia todo tipo de abusos al colectivo LGTBI y aboga por una educación en diversidad que nos ayuda a entender que el respeto es la base de cualquier sociedad que apueste por el progreso. ''Impartimos los talleres en diversidad para intentar lograr que nadie sufra el dolor que sufrimos en el cole'', comenta Toño Abad en su hilo. 

El presidente de Diversitat reduce todo lo que sufre el colectivo LGTBI al miedo: miedo a sentirse diferente. Miedo a defraudar a la familia. Miedo a no encontrar a aquellas personas que puedan pensar igual que nosotros. Miedo a no ser feliz porque te consideras el raro. Miedo a no encajar en la sociedad.