Este lunes se han iniciado los trabajos previos al proceso de exhumación de 77 personas cuyos restos se encuentran en las criptas de la basílica del Valle. Estos trabajos consisten en la instalación de la infraestructura técnica necesaria y la organización de equipos humanos. Posteriormente se procederá a la delimitación de la zona en que se producirán las intervenciones.

Las dificultades técnicas son muy grandes

El proceso, que ha sido autorizado por Patrimonio Nacional tras la petición de los familiares, es el más complejo de los que se han acometido en nuestro país y será largo en el tiempo debido al estado de las criptas. “Más de sesenta años después de los traslados, las dificultades técnicas son muy grandes, por lo que entrar en las criptas no garantiza necesariamente que se encuentre a las personas que se buscan”, señala el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez. “No obstante, el proceso de exhumación va a contar con todos los medios y con los mejores expertos para poder entregar a las familias a sus seres queridos, siempre que sea posible”, añade.

Tres fases
La entrada en las criptas tendrá varias fases; en primer lugar, se habilitarán los accesos a los columbarios, asegurando las estructuras arquitectónicas que así lo requieran. A continuación, tendrá lugar la intervención forense, que consistirá en la búsqueda y localización de los cuerpos, hasta donde sea posible, y a los correspondientes análisis genéticos que puedan dar lugar a las identificaciones. Finalmente, tendrá lugar una fase de acondicionamiento de los columbarios, mejorando las instalaciones y las condiciones de conservación de los restos allí enterrados. Esto permitirá la dignificación global de las criptas.

Los forenses que se harán cargo de esta tarea tienen la máxima cualificación, así como una gran experiencia contrastada en este tipo de actuaciones. La intervención técnica va a desarrollarse mediante protocolos reconocidos internacionalmente, y los laboratorios de referencia se encuentran acreditados en este ámbito.

Verdad, justicia, reparación y deber de memoria

El proceso de exhumación forma parte de la resignificación global del monumento a la que se ha comprometido el Gobierno de España y que tiene su plasmación jurídica en el Proyecto de Ley de Memoria Democrática, actualmente en trámite parlamentario. Esta ley, que se ancla en los cuatro principios fundamentales del derecho humanitario internacional (verdad, justicia, reparación y deber de memoria para no repetir los hechos), pone a las víctimas en el centro, recuerda a todos los represaliados y repara moralmente a sus familias fomentando valores democráticos y derechos humanos. Las exhumaciones en las criptas del Valle forman parte significativa de este proceso.

33.833 cuerpos en el Valle de los Caídos

Según los registros oficiales del Ministerio de Justicia existen 33.833 personas enterradas en el Valle, 12.410 no están identificadas. El traslado de las víctimas comenzó en el año 1959 y terminó ya muerto el dictador Franco en 1983. Unos envíos contaron con la autorización de los familiares, sin embargo otros no. En 1959, con el traslado de 11.329 cuerpos, se produjo el de mayor número.

Reticencias de la abadía

Al igual que sucedió con la exhumación del dictador Francisco Franco, la oposición de la abadía, responsable de la custodia de la basílica, ha sido clara contra las exhumaciones. Eso sí, en este caso hay sustanciales diferencias ya que a diferencia de los restos de Franco entregados a los monjes por el Estado, la ley de memoria histórica estableció que las criptas están sujetas a la legislación de cementerio público.