Tras su cese como portavoz del Partido Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo ha confirmado en una entrevista para El Mundo que  “por el momento” seguirá siendo diputada en el Congreso de los Diputados. Según ella, esta decisión está tomada para “saldar una deuda moral con los españoles de Cataluña que confiaron en el PP en el momento más difícil”.

“Me gustaría poder demostrar que es posible aquello en lo que creo profundamente: que la libertad no es sinónimo de indisciplina, sino requisito para una política mejor”, ha añadido Cayetana.

Por otra parte, la diputada del PP ha recordado una frase de Gabriel Rufián, recordando una de sus frases: “Bajo el estado de alarma se cerró el Parlamento. Yo ahí insistía en que había que abrir el Congreso. En un momento dado, Gabriel Rufián dijo: 'Es que Álvarez de Toledo es inasequible al desaliento'. Tenía razón. No logro desanimarme. Conozco de primera mano los defectos de la política contemporánea. Y, sin embargo, no me resigno a que la política sea una habitación cerrada, dominada por camarillas, donde proliferan el amiguismo y las puñaladas".

En cuanto a las diferencias ideológicas dentro del PP, se ha mostrado tajante:  “¿Así que el Partido Popular quiere ensanchar su espacio electoral y resulta que Feijóo y yo no podemos convivir en el mismo partido? Entonces acabaremos fundando un partido por cada ciudadano”.

Finalmente, sobre su cese ha opinado sobre las "influencias" que ha tenido Casado: “Desde el primer minuto, se propuso controlar de forma absoluta la dirección del Grupo parlamentario y restringir al máximo mi margen de actuación”.