“Tengo el honor de dirigirme a Vuestra Majestad para transmitiros algunas ideas importantes para la nueva relación entre los Reinos de Marruecos y España”, así comienza la carta enviada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al rey de Marruecos Mohamed VI.
La misiva la ha dado a conocer este miércoles El País y se puede leer tanto en la versión en papel de este medio como en la digital. En unos seis párrafos, el líder del Ejecutivo español incide sobre el monarca marroquí en su intención de “construir una nueva relación, basada en la transparencia y la comunicación permanente” para "evitar futuras crisis", entre otros aspectos. El dirigente socialista insta a su vez a la máxima autoridad del país vecino a encontrar una solución “mutuamente aceptable” en el “marco de las Naciones Unidas” para resolver el conflicto.
A fecha 14 de marzo y sin referencia a Ceuta y Melilla
La misiva está fechada a 14 de marzo, cuatro días antes de que Sánchez diera a conocer su postura, el pasado viernes, y no contiene ninguna referencia directa sobre Ceuta y Melilla, aunque el líder del Ejecutivo sí incide en la necesidad de preservar la “integridad territorial” de ambos territorios.
En las líneas enviadas a Rabat, el presidente español mantiene, como ya sostuvo hace unos días; que la decisión actual es la “más seria, creíble y relista para la resolución de este diferendo”.
A renglón seguido, Sánchez sostiene su deseo de reunirse “lo antes posible” con Mohamed VI a la vez que pone en valor una actitud de “total cooperación” entre territorios para “restablecer la plena normalidad en la circulación de personas y bienes, en beneficio de nuestros pueblos”.
Albares: España tenía una "no postura"
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha defendido este miércoles en el Congreso de los Diputados que lo que busca el Gobierno con su respaldo al plan de autonomía marroquí para el Sáhara es dejar de ser "espectador" para convertirse en "actor" en la resolución de un conflicto que va cerca de los 47 años.
A preguntas de PP y EH Bildu durante la sesión de control al Gobierno en la Cámara Baja, ha defendido que lo que España tenía antes era una “no postura” y estaba a la expectativa de "lo que hacían otros", mientras que ahora quiere convertirse en "actor" apoyando los esfuerzos del enviado de la ONU para el Sáhara Occidental.
El asunto, por otro lado, ha abierto una nueva brecha en el Gobierno; ya que Unidas Podemos y los socios de investidura tachan de “traición” al pueblo saharaui el posicionamiento de nuestro país en este marco internacional.