El jefe de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, comparecía este martes en el Tribunal Supremo en el segundo día del juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Esta declaración llega después de que, durante la fase de instrucción, admitiera que se inventó parte del mensaje que difundió en redes sociales con el fin de acusar a la Fiscalía de la filtración del correo en el que González Amador admite un doble delito fiscal. En la misma jornada comparecía el propio novio de Ayuso, quien se presentó como una víctima ante la Justicia. El empresario llegó a asegurar que "o me voy de España o me suicido", provocando el "cachondeo" del juez.
González Amador se quejaba de que "entre la nota de la Fiscalía y la publicación del email posteriormente, yo pasé a ser el delincuente confeso del reino de España": "Estaba muerto. Era el delincuente. El señor García Ortiz, el fiscal general del Estado, me había matado públicamente, me había destrozado por completo. No había opción, era el culpable, el delincuente confeso, dicho por el fiscal general del Estado", se lamentaba.
El novio de Isabel Díaz Ayuso, continuando con su discurso victimista, aseguró que le "han destrozado la vida". "Lo que puede pasar es o que me voy de España o me suicido", llegaba a decir, subrayando "el dinero que llevo gastado, el destrozo personal, etc.".
"Entonces yo digo: 'si va a ser siempre así, me escapo", proseguía su declaración. El juez presente en el TS le interrumpía entonces con algo de ironía y humor, cortando sus lamentaciones: "Yo no le recomiendo ninguna de las cosas y, en todo caso, que hable con su abogado que será el que mejor le pueda asisitir en esa duda".
Preguntado por si "había intervenido en la confección de algún email", refiriéndose la Justicia al correo electrónico que envió su defensa, liderada por Carlos Neira, en el que se solicitaba a la Fiscalía un pacto de conformidad en el que reconoció haber cometido dos delitos fiscales, González Amador respondía que “jamás” participó en ello. En distintas ocasiones, la pareja de Ayuso señaló el enfado que le provocó conocer este movimiento de su abogado y reconoció que no esperaba que fuese a traer tales consecuencias: “Me enfadé profundamente. (…) Jamás en mi vida pensé que un correo mío enviado a la Fiscalía se fuera a filtrar. Hemos entrado en otra dimensión, tenemos un problema bastante grande”, decía.
Además, en su declaración ante el magistrado del Alto Tribunal, González Amador explicó que siempre pensó que Hacienda le abrió una inspección fiscal -por haber defraudado más de 350.000 euros- por ser la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, por lo que pidió que todo se cerrase "rápido y sin ruido". En esta línea, aseguró que tenía “la intuición de que ellos sabían quién era”, haciendo referencia a la inspección de Hacienda y su relación sentimental con la lideresa popular. Sin embargo, esta teoría ya ha demostrado ser incierta. “Les dije que no quería que eso le pudiera perjudicar a ella”, repetía.
Por su parte, Miguel Ángel Rodríguez seguía el discurso de la pareja de Ayuso y también lo presentaba como "víctima". El popular defendió que González Amador solo "quería llegar a un acuerdo para que no se levantara una polvareda" y que no quiso “llevar a Hacienda a los tribunales por la reputación” de la presidenta madrileña.
Rodríguez insistía así en el bulo de que el empresario “es un español que ha querido llegar a un acuerdo y Hacienda no le ha permitido llegar a ese acuerdo”.
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