Josep Borrell vuelve a sorprender. Un mes después de ganar las elecciones europeas, anunciará que dejará su escaño en la Eurocámara y seguirá como ministro de Asuntos Exteriores en la próxima legislatura. Según ha publicado eldiario.es, el titular de Exteriores no estará en su asiento el próximo día 2 de julio, cuando se constituye el Parlamento. 

De momento, el titular de Exteriores se mantendrá al frente de la diplomacia española antes de retomar sus labor como ministro. El cabeza de lista de los socialistas para las elecciones europeas ha convocado una rueda de prensa a las 15:00 de este miércoles para comunicar su renuncia al escaño. 

Iratxe García, número dos en la lista del PSOE a las europeas, será quien sustituya a Josep Borrell tras la decisión de continuar como titular de la cartera de Asuntos Exteriores. El socialista tiene previsto acudir al Parlamento Europeo para hacer efectiva su renuncia.

La demora en formar Gobierno en España y el hecho de que los líderes europeos no hayan conseguido aún acordar los cargos de la UE -la previsión inicial era hacerlo el pasado día 21-- obligaba a Borrell a decidir entre el Ministerio, sin que Sánchez pueda nombrar sustituto por estar en funciones, o un acta de eurodiputado sin tener claro si tendrá un puesto de relevancia en las instituciones.

Aunque fue el cabeza de lista del PSOE en las elecciones europeas, Borrell ya dio pistas de que su destino no sería quedarse en el Parlamento, ya que fue la número dos de la candidatura, Iratxe García, la que se postuló para presidir el Grupo de los Socialistas y Demócratas.

De este modo, su decisión no implica que Borrell esté descartado como próximo representante español en las instituciones europeas. Fuentes del Ejecutivo han insistido en los últimos días en que Sánchez tiene en mente varios perfiles para distintos puestos, en función del escenario que resulte de la negociación y que debe incluir equilibrios políticos, geográficos y de género. Para el Gobierno español, tan importante es colocar a un español en un buen puesto como garantizar que los que no sean españoles compartan la visión española sobre el proyecto europeo.

Ahora, la siguiente fecha es el domingo 30 de junio. Los jefes de Estado y de Gobierno quieren acordar, al menos, el nombre del presidente de la Comisión Europea, el más importante de todos los puestos en juego, antes de que la Eurocámara elija a su presidente el día 2 o el 3 de julio y, de ese modo, ponga en marcha todo el juego de equilibrios para el resto de cargos.

Además de la presidencia de la Comisión, están en juego la presidencia del Consejo Europeo y de la Eurocámara, así como la única vicepresidencia de la Comisión que es fija, la del alto representante para la Política Exterior. El quinto puesto es el del presidente del Banco Central Europeo.