España afronta una de las peores olas de incendios forestales de los últimos años. En lo que va de agosto, el fuego ha arrasado 115.598 hectáreas, casi el triple de lo que se había quemado en los siete meses anteriores de 2025, según datos del Sistema de Información de Incendios Forestales de la Comisión Europea.
Hasta el 29 de julio, la superficie calcinada en el país ascendía a 41.903 hectáreas. Dos semanas después, la cifra total se eleva a 157.501, lo que supone que en apenas quince días el fuego ha devorado más de 115.000 hectáreas.
Castilla y León, epicentro del fuego
La comunidad más castigada por las llamas es Castilla y León, que este jueves contabilizaba 18 incendios activos. De ellos, ocho se encuentran en nivel 2 del Índice de Gravedad Potencial, el máximo antes de solicitar medios estatales, dos están en nivel 1 y el resto en nivel 0, según el sistema Infocal.
En la provincia de León se concentran varios de los focos más peligrosos, como los de Falgar, Anillares de Sil, Yeres y Llamas de Cabrera, todos en nivel 2. En Zamora, los incendios de Molezuelas de la Carballeda y Puercas permanecen en ese mismo nivel, aunque la mejora de la situación ha permitido que algunos vecinos evacuados regresen a sus hogares.
Otros puntos críticos son Resoba, en Palencia, y La Alberca, en Salamanca, ambos también en nivel 2. Este último obligó a confinar el municipio y evacuar a turistas. En nivel 1 permanecen Orallo y Berninedo de la Reina, en León. Los fuegos de Castrocalbón, Barrios de Luna, San Feliz de las Lavanderas y Cármenes (León), Castronil y Pedroso de la Carballeda (Zamora), El Casarito (Salamanca) y Torquemada (Palencia) siguen activos en nivel 0.
Galicia: Ourense arde sin control
En Galicia, la provincia de Ourense vive una situación crítica, con más de 23.000 hectáreas arrasadas en los últimos días y toda la provincia en Situación 2. El incendio más devastador es el de Chandrexa de Queixa, que ha unido varios focos en un único frente de 10.500 hectáreas, igualando el récord histórico del incendio de Valdeorras en 2022 y acercándose al de O Courel, el mayor registrado en Galicia (11.800 hectáreas).
A este balance hay que sumar otras 3.000 hectáreas quemadas en la comunidad durante el verano. No obstante, brigadistas apuntan que el sistema satelital Copernicus detecta cifras aún mayores.
En Ourense siguen activos media docena de incendios, entre ellos el de Maceda, que ha fusionado los fuegos de Santiso y Castro de Escuadro, con 2.200 hectáreas. El segundo mayor foco gallego es el de Oímbra–A Granxa (5.000 hectáreas), que ha obligado a confinar a 140 personas y ha causado quemaduras a tres brigadistas municipales. Le sigue el de A Mezquita (4.500 hectáreas), que forzó la evacuación de medio centenar de ancianos.
Otros incendios activos incluyen el de Vilardevós–Vilar de Cervos (200 hectáreas) y el de Larouco–Seadur (150 hectáreas). La Consellería de Medio Rural da por estabilizados, pero no controlados, los de Ourense capital (100 hectáreas), Vilariño de Conso (180), Montederramo (120), Vilardevós–Moialde (40) y Dozón (400). En la categoría de controlados figuran los incendios de Samos (Lugo, 200 hectáreas), A Fonsagrada (Lugo, 150), A Estrada (Pontevedra, 20) y Verín–Mourazos (Ourense, 9).
Nivel de alerta 2 en toda Extremadura
Extremadura ha declarado el nivel de alerta 2 en toda la región debido a la simultaneidad de los incendios forestales. Los cuatro focos principales se encuentran en Malpartida de Plasencia, Casares de Hurdes, Trujillo y Jarilla, los cuales han arrasado a lo largo del día miles de hectáreas de terreno y han provocado el corte a la autovía A-66 y la carretera nacional N-630.
El consejero de la Presidencia de Extremadura, Abel Bautista, ha confirmado que las circunstancias meteorológicas, como las rachas de viento, están dificultando las labores de extinción, por lo que se ha solicitado ayuda del Estado. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, confirmó por su parte que se ha enviado un helicóptero a Extremadura este jueve para ayudar a controlar los incendios.
Las víctimas mortales
Los incendios han cobrado la vida de tres personas hasta el momento. La primera víctima fue un hombre de 50 años llamado Mircea, que falleció en el municipio madrileño de Tres Cantos. En su intento de salvar decenas de caballos del incendio, murió por complicaciones respiratorias derivadas del incendio, pero el consejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, ha señalado que su muerte está bajo investigación judicial.
Las otras dos víctimas fueron dos voluntarios que intentaban contener las llamas de León. El primero, Abel Ramos, operaba como voluntario en el municipio de Nogarejas y fue atrapado por el fuego tras un cambio de viento. El segundo, Jaime Aparicio Vidales, un leonés de 37 años y amigo de Ramos según fuentes locales, falleció este martes a causa de las quemaduras provocadas por el incendio de Molezuelas de la Carballeda (Zamora).
Detenidos por fuegos intencionados
Buena parte de esta oleada de incendios se deben a que han sido intencionados. La Guardia Civil ha detenido a un nuevo sospechoso por su presunta implicación en los incendios forestales de Castilla y León, sumándose a otro que fue arrestado este martes por provocar intencionadamente un fuego que arrasó varios municipios en Ávila. En Zamora, se ha detenido a un hombre por un presunto delito de imprudencia que dio lugar al incendio de este lunes en Puercas de Aliste.
Dicho incendio alcanzó el nivel 2 de gravedad, alcanzo varias localidades y arrasó más de 4.000 hectáreas de terreno. Según la Guardia Civil, este individuo presuntamente inició un incendio por un depósito irregular de residuos que se prendió fuego como consecuencia del efecto lupa -la concentración de luz solar a través de vidrio- y la ola de calor.
La Guardia Civil también ha anunciado la detención de dos hombres en Olveiroa (A Coruña) por ocho delitos de incendios forestales a finales de junio. Estos individuos presuntamente quemaron cable de cobre robado para extraer y vender el metal deforma ilícita.