A escasos minutos del inicio de la solemne apertura de la XIV legislatura de nuestra democracia, con presencia de Casa Real, nacionalistas y autodenominados constitucionalistas han realizado declaraciones públicas cruzando reproches y poniendo al presidente del Gobierno sobre el candelero.

Mientras ERC, Junts, Bildu, CUP y BNG -de forma unida- han explicado que el rey de España no les representa y que en sus pueblos el apoyo a la monarquía es minoritario, las tres derechas han salido al patio del Congreso para pedir a Sánchez que se aleje de sus socios.

Una de las más claras ha sido Inés Arrimadas, que ha pedido unión entre las fuerzas constitucionalistas para contrarrestar en las próximas elecciones en Cataluña, Galicia y Euskadi a los promotores de estos mensajes: ““Vamos a ver que esos partidos que desprecian al Jefe del Estado son los jefes de tres regiones en las que va a haber elecciones. Dejemos de lado los extremos y hagamos política desde el centro, incluyendo a los socialdemócratas, para alcanzar mayorías en las elecciones", ha explicado, pidiendo abiertamente al PSOE que repiense su estrategia y se una a las fórmulas que ya están anunciando Ciudadanos y PP.

"Hoy los socios de Sánchez, que son los que quieren cambiar de país o de régimen, no quieren escuchar al rey de España. Yo apuesto por acuerdos constitucionalistas", ha sentenciado.