Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid gracias a uno de los mayores escándalos políticos de la democracia española, el tamayazo, ha sacado un libro. La madre política de Isabel Díaz Ayuso, actual líder del Gobierno autonómico, ha redactado algo menos de 300 páginas en las que se vanagloria de su gestión privatizadora, obvia la imputación por corrupción de todo el mundo que se le ha acercado, compara a Pedro Sánchez con varios dictadores del siglo XX, ataca a Mariano Rajoy y Pablo Casado y, por supuesto, se deshace en elogios con la que fuera community manager de su perro pecas.
Para Aguirre, Ayuso es “la representante de los que creemos que en política hay que luchar por las ideas y los principios en todo momento y con toda la fuerza de que uno es capaz”. Para Ayuso, que redacta el prólogo de ‘Una liberar en política’, Aguirre es una “política de raza” y una “mujer valiente” que puso a la Comunidad de Madrid “en la pista de despegue desde la que hoy” vuela “alto”. Los piropos entre ambas se suceden y no queda ninguno para sus principales rivales dentro del partido: Mariano Rajoy y Pablo Casado.
Rajoy, Casado y Feijóo
Y es que a Aguirre no le gusta que Casado se distanciase de Vox, al que considera un “hijo natural” del PP y con cuyo líder tiene mucha afinidad, pues fue la expresidenta la que colocó a Santiago Abascal en el chiringuito en el que cobraba 83.000 euros anuales. La Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social de la Comunidad de Madrid, la antesala de la Oficina del Español. No obstante, lo que más le molesta de Casado es que se atreviese a cuestionar el papel de Ayuso y su hermano con la compra de mascarillas durante el peor momento de la Covid-19.
“Es muy difícil entender cómo y por qué hicieron aquello”, lamenta Aguirre en su libro, en el que defiende al hermanísimo de Ayuso. “Corrupta porque su hermano había vendido mascarillas cuando hacía más de 20 años que él y su padre se dedicaban a la venta de productos sanitarios y ella no había tenido la menor intervención en la compra”, deslegitima, asegurando que fue Moncloa la que filtró los datos a Casado. “En contra de las ilusiones que nos provocó su llegada a la presidencia del PP, Casado representó a los que están en política esperando que les llegue el poder por los fallos o fracasos del otro”, sentencia.
Alberto Núñez Feijóo, del que lo más bonito que dice es que “heredó una situación verdaderamente complicada”, se libra en esta última obra literaria de la expresidenta. El anterior líder gallego del Partido Popular no sale tan bien parado. Sus discrepancias con Mariano Rajoy siempre fueron conocidas, pero no deja de sorprender que décadas después aún le reproche no haber plantado “batalla ideológica y cultural” a José Luis Rodríguez Zapatero. “La experiencia demostró que eso no era lo que más le gustaba a Rajoy” apunta, señalando que pudo deberse a que “le debía parecer que era un lío” y tildando sus años en la oposición de “amorfos”.
Corrupción a todo su alrededor
Uno de los grandes hitos de Aguirre como política es que gran parte de quien se ha acercado a ella, escalando hasta las cotas más altas, ha acabado sentado en un banquillo por corrupción. Alberto López, Francisco Granados, Ignacio González, Arturo González Panero, Benjamín Martín, Beltrán Gutiérrez, Salvador Victoria, Isabel Gallego, Lucía Figar. Algunos de los nombres de la larga lista de personas cercanas a Aguirre salpicadas por Lezo, Púnica o Gürtel y que gustaba de llamar “ranas”.
Muchos casos, gente muy cercana y cargos de su máxima confianza, pero Aguirre apenas le dedica unas líneas. El agraciado es Ignacio González, quien fue su número dos en la Comunidad de Madrid y en el PP de Madrid durante muchos años. Múltiples son los delitos que se le imputan, pero la expresidenta asegura en su libro que “todavía hoy, ocho años después” desde que entrase en prisión preventiva, “no sé con precisión ni de qué lo acusan ni por qué”.