La de este lunes obedece a una jornada histórica en la democracia de nuestro país. El simple hecho de que Pedro Sánchez ponga sobre la mesa la posibilidad de dimitir implica un escenario prácticamente único en nuestro país. Tanto es así que solo encuentra un precedente: el de la dimisión de Adolfo Suárez.
Con la democracia ya avanzada, el primer presidente de España fue también el primero en dejar su cargo. Corría el año 1981 -hace ahora 43-, un 29 de enero, y el contexto que dio lugar a la decisión fue bastante distinto al actual.
Podemos situar el inicio de la cronología de los hechos el 1 de marzo de 1979, día que España celebró las primeras elecciones generales y constitucionales de nuestro país (cabe destacar que la Constitución se había aprobado tan solo un año antes). El partido de Suárez -la desaparecida Unión de Centro Democrático (UCD)- como lo había hecho en los comicios de 1977, pero no logró la mayoría absoluta. La formación de Suárez consiguió un triunfo holgado con 168 diputados por los 121 del PSOE de Felipe González y los 23 del PCE de Santiago Carrillo, pero insuficiente para liderar el país por ella sola.
Demasiada presión para Suárez
Tan solo un mes más tarde de la llamada general a las urnas, se sucedieron los primeros comicios municipales desde la II República en los que, si bien la UCD obtuvo más del 30% de los votos, la victoria fue casi en su totalidad para la izquierda, que se alzó con las alcaldías de la mayoría de las grandes ciudades gracias a los acuerdos postelectorales que alcanzaron socialistas y comunistas.
Después de las elecciones en los territorios Suárez formó un nuevo gobierno, pero carecía de la fuerza necesaria para tomar de la mejor manera las riendas del país. El escenario no se planteaba como el más halagüeño para el expresidente y no solo por no haber alcanzado la mayoría absoluta, sino que en el seno su Ejecutivo pesaban también las presiones tanto dentro como fuera del mismo. Entre ellas cabe destacar las amenazas permanentes de ETA al conjunto del país o la crisis económica desencadenada por la segunda crisis del petróleo, así como una inflación del 16,55% o una tasa de paro del 12%.
Moción de censura del PSOE
Con un tablero convulso para UCD y el total de la sociedad española, el PSOE presentó en el mismo 1980 una moción de censura encabezada por Felipe González que, sin embargo, el expresidente socialista no consiguió superar: el resultado fue de 166 votos a favor de la continuidad de Suárez, 152 en contra y 21 abstenciones. Sin embargo, la imagen de este último quedó muy perjudicada de aquella jornada, tanto dentro del partido como frente a la opinión pública al tratarse de una moción que, como sucedería con el resto que han tenido lugar hasta entonces, retransmitiría la televisíón pública.
Después de unos meses complicados, el responsable de UCD presentó su dimisión tanto como responsable del partido como del Gobierno. El hasta ese momento líder del país lanzó un mensaje televisado a la ciudadanía el 29 de enero de 1981 a las 19:40.
"Un político que además pretenda servir al Estado debe saber en qué momento el precio que el pueblo ha de pagar por su permanencia y su continuidad es superior al precio que siempre implica el cambio de la persona que encarna las mayores responsabilidades ejecutivas de la vida política de la nación", fueron las palabras que pronunció por aquel entonces Suárez en aquel mensaje televisado.
Del 23F al apoyo del rey pasando por una crisis interna
La dimisión de Adolfo Suárez como presidente de España ha sido objeto de múltiples estudios. Si bien es cierto que las razones podrían ser muchas y muy variadas, la mayoría de los analistas se refieren a la situación deteriorada que atravesaba su partido, en el que las pugnas internas comenzaban a ser una constante. A ello hay que sumarle el ruido de sables en los cuarteles y una relación que, parecen estaba ya desgastada con el rey Juan Carlos I.
En ese maremágnum de motivos que podrían haber desencadenado la renuncia del expresidente del Ejecutivo se encentra la presión militar. En una entrevista concedida a El País, Suárez hizo unas declaraciones que dieron que pensar que esta era la razón principal por la que dejaba los mandos y la teoría parecía confirmarse con el intento de golpe de Estado del 23-F, pero todo esto, a día de hoy, siguen siendo hipótesis. De hecho, en función de la persona de su gabinete que se consultara, la respuesta es una u otra.