La gira africana de Pedro Sánchez, con la crisis migratoria en el centro de la agenda, está haciendo aflorar una vez más el odio de los que se oponen a la política como solución. El presidente del Gobierno ha visitado este martes al presidente de Mauritania, en la que ha sido la primera parada de una ruta que le llevará también a Gambia y a Senegal. Sánchez se ha reunido con Mohamed Ould Ghazouani, jefe de Estado del país norafricano, para acordar soluciones al grave problema migratorio, que afecta especialmente a territorios como las Islas Canarias o Ceuta.

La estrategia del Ejecutivo es clara: para paliar la crisis migratoria en el lugar de destino, es necesario cooperar con el país de origen. En este marco, Pedro Sánchez ha anunciado tras reunirse con Ghazouani, que la primera medida del Gobierno será formar a los migrantes en origen para que puedan llegar a España de manera totalmente regular. En concreto, se crearán 250.000 puestos de trabajo para migrantes, a los que el presidente ha defendido: "La contribución de los trabajadores migrantes a nuestra economía es fundamental para la Seguridad Social, las pensiones".

Además de garantizar la regularización de los migrantes que vengan desde Mauritania, Sánchez y Ghazouani han acordado un refuerzo de las relaciones entre ambos países, celebrando cumbres periódicas bilaterales a partir de 2025. Lo hacen con vistas a un mejor control de la migración, una estrategia que el Gobierno ya lleva a cabo en las relaciones con Marruecos, principal origen de la inmigración española. Ambos presidentes han firmado una declaración conjunta, en el que además de recoger dichas medidas, se expresa el deseo de ampliar la cooperación a más sectores y de inaugurar un Instituto Cervantes en Nuakchot, capital mauritana.

Abascal siembra el odio hacia la estrategia migratoria del Gobierno: "Lo hacen de la mano del PP"

Como es habitual, desde la extrema derecha no han desaprovechado la oportunidad para atacar al Gobierno. Este nuevo movimiento de Sánchez en su estrategia de cooperación con el continente africano, ha servido para avivar el discurso anti-inmigración que mantienen formaciones como Vox, despertando una vez más el odio de sus seguidores. Santiago Abascal, lider del partido ultra, ha acusado al Ejecutivo de "promocionar una invasión", en un mensaje publicado en X en el que extiende su ataque también a la formación de Alberto Núñez Feijóo: "Lo hacen de la mano del Partido Popular y de todos sus amos internacionales".

"Los españoles van a tener que empezar a defenderse por ellos mismos. Pero de verdad". Un mensaje claramente insinuador, en el que Abascal acusa a "los gobiernos" -en referencia tanto a Moncloa como a los Ejecutivos autonómicos, mayoritariamente gobernados por el PP-, de haber "traicionado, estafado y vendido" a la ciudadanía. Los seguidores del lider de ultraderecha, espoleados por la provocación de su mensaje, no han tardado en contestar con duras críticas al Gobierno, llegando a plantear de manera casi directa, un golpe de Estado: "Hay que tomar el control".

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