España ha devuelto a Marruecos los 116 inmigrantes que este miércoles saltaron la valla de Ceuta, expulsados hoy por la Policía, según han informado fuentes del Ministerio de Interior.

Marruecos aceptó readmitirlos este mismo miércoles y la Policía Nacional realizó todos los trámites habituales para expulsarlos, han añadido las mismas fuentes, que han añadido que este procedimiento se ha llevado a cabo de forma individual, inmigrante por inmigrante, con asistencia letrada y sanitaria.

Hoy mismo, estas 116 personas han regresado a Marruecos en grupos de diez personas, en virtud del acuerdo firmado con el reino alauita en 1992, han precisado las fuentes consultadas.

El nuevo asalto a la valla se produjo en la mañana de ayer alrededor de las 9.00 horas, cuando los inmigrantes lograron acceder por la zona de Finca Berrocal, el mismo lugar por donde lograron acceder con gran violencia y a la carrera 602 inmigrantes a finales de julio.

Siete agentes resultaron heridos durante el asalto, en el que la violencia empleada por los inmigrantes rescató las peticiones de las asociaciones de guardias civiles de que se refuerce la protección de los agentes que trabajan en ese perímetro fronterizo entre Ceuta y Marruecos.

Con este nuevo grupo, el número de personas que han entrado a España por vía terrestre a través del puesto fronterizo de Ceuta asciende a 1.400, si bien la cifra es inferior a los 1.623 que se contabilizaron en 2017 por estas mismas fechas.

El Ministerio del Interior reforzó la plantilla de la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta con una veintena de nuevos agentes, tras la entrada masiva de julio, cinco vehículos de apoyo y un helicóptero con visión nocturna y base permanente en Ceuta, un dispositivo que se dijo será ampliado de manera progresiva.

Denuncia de los guardias civiles a los inmigrantes

También se ha conocido este jueves que la Unión de Guardias Civiles ha decidido presentar una querella como acusación particular contra los inmigrantes subsaharianos que protagonizaron el asalto violento a la valla fronteriza de Ceuta el 26 de julio y el 22 de agosto en la que resultaron heridos en total 28 agentes.

En la querella la asociación de guardias civiles expone que esos dos días, durante “el acceso ilegal”, los inmigrantes arrojaron “cal viva, excrementos, ácidos, además de utilizar objetos cortantes y contundentes”, contra los agentes de la Guardia Civil que custodiaban dicha zona.

Todo ello, apuntan, con el “evidente ánimo de menoscabar su autoridad y su integridad física” cuando, cumpliendo con “su obligación”, intentaban impedir el acceso ilegal de los subsaharianos que saltaron la valla fronteriza que separa Marruecos y Ceuta.

La asociación de guardias ha presentado hoy la querella ante el Juzgado de Instrucción de Ceuta, en la que indican que estos hechos son constitutivos de un delito de atentado a agente de la autoridad y otro de lesiones.

Tras el último asalto a la valla de Ceuta el 22 de agosto, las asociaciones de guardias civiles reclamaron más protección para los agentes que custodian la zona como el uso de medios para el control de masas, entre ellos, escudos que puedan repeler los productos que los inmigrantes arrojan contra ellos y material antidisturbios.