En momentos tan difíciles como los que estamos viviendo encontramos hoy una noticia: “Tomás Gómez, inocente”, que, en mi caso, no ha sido tal noticia puesto que siempre lo supe. 

El daño causado al líder político que más firmemente combatió la corrupción de la derecha en la Comunidad de Madrid y defendió servicios públicos tan esenciales como la Sanidad, la Educación, los Servicios Sociales o el agua de todas y todos lamentablemente no se puede resarcir, tampoco el dolor y el sufrimiento humano que le ha ido acompañando todo este tiempo.

Tenemos que desterrar definitivamente prácticas como las que llevaron a romper un proyecto político alternativo sólido a la derecha que instigó esa operación de ruptura

Sin embargo, el daño político puede y debe restañarse. Es nuestra obligación. La operación de acoso diseñada entre múltiples actores, -a algunos de ellos les hemos visto en estos últimos años entrando en prisión-, más de cinco años después de ejecutada fue útil, sin duda, por quien tuvo la idea original de la operación de acoso. Una desgracia para la ciudadanía madrileña, que vemos desolados cómo se perpetúa una derecha rancia y desnortada, que continúa socavando nuestros derechos ciudadanos, rompiendo la convivencia y más preocupada por ejercer de oposición al Gobierno de España que por promover el bienestar de la ciudadanía madrileña, empezando por nuestra Salud.

Alcanzar un gobierno alternativo tan necesario en Madrid, requiere de una inteligente, firme y valiente oposición política, así como de organizaciones vivas, participativas y activas. 

Para lograrlo, también tenemos que desterrar definitivamente prácticas como las que llevaron a romper un proyecto político alternativo sólido a la derecha que instigó esa operación de ruptura, para seguir manteniéndose en el poder corrupto que ejercían. 

La debilidad mostrada en el interno de nuestra organización, en algún caso por no ser capaces de resistir un titular continuo, en algún medio de comunicación, sucumbiendo al cuestionamiento de la honestidad de un compañero y en otros, que casi no merecen mención, simplemente por la mediocridad de ver en el descabezamiento de una dirección política y la disolución de sus órganos de participación una oportunidad para obtener un puesto de salida en una lista electoral, o la satisfacción de antiguas rencillas.

Hoy se debería cerrar una etapa por fin. Yo sólo deseo que Tomás pueda ser feliz y que todos aquellos que continuamos con nuestra militancia activa no permitamos nunca más un hecho tan injusto y contribuyamos decididamente a la reparación política y rectificación de tan grave error.

Activos y unidos lograremos que la ética política por fin se alcance en la Comunidad de Madrid.

Maru Menéndez fue Secretaria de Organización con Tomás Gómez como Secretario General del PSM-PSOE.