José Antonio Moral Santín, ex de Izquierda Unida que se gastó más de 450.000 euros con las tarjetas black, se llevó el pasado miércoles una lección que difícilmente tardará en olvidar.

Después de dos horas en las que Moran Santín esquivó las preguntas de los diferentes portavoces sobre el tema, Ana Oramas, diputada de Coalición Canaria y presidente de la comisión del Congreso de los Diputados que investiga la crisis financiera, no se calló y lanzó un duro alegato cntra el ex de IU.  

“Hoy no puede callar; me ha parecido absolutamente lamentable esta comparecencia. Por esta comisión, durante un año, ha pasado gente importante que ha pedido disculpas, pero me parece absolutamente reprobable que un catedrático de economía diga que dio por supuesto que le retenían, pero que no pidiera el certificado de retenciones y no declarara a Hacienda, que dijera que lo más transparente era sacar dinero en efectivo de los cajeros con una tarjeta", argumentó. 

Un desprecio a la inteligencia

Oramas continuó recordando las penurias que han vivido los ciudadanos durante los años de la crisis, mientras que unos pocos se enriquecían. "Mientras tanto, en este país ha habido gente que llevaba pagando su hipoteca 10 años y después de quedarse en paro y dejar de pagar tres o cuatro recibos ha perdido su vivienda... o los autónomos a los que no se les negaron los créditos. Mientras usted alega desconocimiento... me parece tan fuerte, tan fuerte, y que después de dos horas solo haya contestado dos preguntas, me parece un desprecio a la inteligencia de los portavoces".

Asimismo, la diputada de Coalición Canaria le volvió a instar para que no echara balones fuera y reconociera su responsabilidad en las tarjetas black: "Los que tuvieron responsabilidad por desconocimiento o por abstención, que han pasado por esta comisión, tienen que reconocerlo y los que tuvieron la falta de ética de cobrar ingresos sin pagar a Hacienda... lo entiendo en alguien que no tenga conocimientos, pero no en una persona como el compareciente y hoy no me podía callar. No le quiere hacer ninguna pregunta, no merece ni la pena”, esgrimió.  

Finalmente, Oramas terminó su réplica lamentando haber confiado en según qué consejeros y apostando por un futuro no con mayor transparencia, “que claro que hay que tenerla, sino que los bancos estén dirigidos por personas con conocimientos y con principios éticos que es lo que no sucedió aquí"