Mientras en Madrid empieza a barruntarse la posibilidad de que el PP tantee 'en serio' al PNV de cara a la investidura de Mariano Rajoy, en el País Vasco y en clave electoral se echa tierra sobre un futuro tripartito (por activa o pasiva) en aquella comunidad.
En concreto, la secretaria general de los populares vascos, Nerea Llanos, ha afirmado que el PNV pretende formar en el Parlamento Vasco un "tridente" junto a EH Bildu y Podemos, que sería "la versión vasca de Junts pel Sí", para lograr la "desconexión" de Euskadi con España. 
Llanos aún ha ido más allá al señalar "que nadie se llame a engaño. El PNV, con el tridente, intentará la desconexión con España y Europa", recordando además que el "eje" del programa electoral de la formación de Íñigo Urkullu es la convocatoria de una consulta soberanista.
Lo de Otegi, "no es normal" 
Según la diriente y candidata número dos por Bizkaia, un PP fuerte en el Parlamento Vasco sería un "muro de contención" frente a los independentistas para "unir la voz" de todos los que quieren ser vascos y españoles. Con respecto a Arnaldo Otegi ha subrayado que "no es normal en absoluto" que el líder de izquierda abertzale sea candidato a lehendakari, mientras el PNV y Podemos "no hacen nada" y el PSE "mira hacia otro lado de manera incomprensible". 

Curiosa la afirmación que, en clave nacional, ha hecho Nerea Llanos, acusando al PNV de ser un "colaborador necesario" del PSOE para garantizar el "bloqueo" de España al no permitir la investidura de Mariano Rajoy.

El PNV ¿el próximo?

Desconociendo la reacción a estas palabras por parte de los dirigentes del Partido Popular en Madrid, nadie es ajeno a que un hipotético respaldo en el Congreso por parte del PNV a Rajoy es de las pocas opciones de apoyo que le quedan al gallego.
Se da la circunstancia de que este mismo sábado, tras el inicio de las conversaciones con la formación de Albert Rivera y la confirmación de los primeros contactos con Coalición Canaria por parte de Mariano Rajoy, algunos medios han apuntado a los nacionalistas vascos. De ahí que las palabras de Llanos se consideren una declaración de intenciones que podría chocar con la estrategia que se sigue desde Génova.
Por ello, no sería extraño algún acercamiento en los próximos días en forma de 'palabras amables'. Todo sea por una investidura no fallida y unas elecciones (las de Euskadi) que no sean antesala de las terceras generales.