“No conocía los asuntos económicos, mi función era política”. Así se desvinculaba Mariano Rajoy de la rama financiera del Partido Popular para eludir sus responsabilidades en el marco del caso Gürtel, que investiga la presunta financiación ilegal del partido. Una caja B que día a día nos revela más detalles. Este lunes el diario El Mundo publica unos documentos que evidencian el modus operandi del PP: distinguían entre “Etapa 1” y “Etapa 2” para referirse a la precampaña y a la campaña. La clave está en que los gastos se cargaban a la precampaña para evitar exceder el límite máximo de gasto establecido por el Tribunal de Cuentas. Los documentos del diario pertenecen a las elecciones generales del año 2000, en las que ganó José María Aznar y cuyo director de campaña era Mariano Rajoy.

El mismo día que Rajoy declaró ante el Tribunal Gürtel, también lo hizo el actual presidente del Senado, Pío García-Escudero, quién usó el mismo argumento que el presidente del Gobierno para desvincularse de la presunta caja B. Pues bien, El Mundo ha revelado documentos que revelan que bajo el mandato de García-Escudero, por entonces presidente del PP de Madrid, se estableció esta diferencia de dos etapas.

Entre la documentación aportada por el periódico, aparece un comunicado interno de la secretaría general regional a la secretaría general. En ella, se informa de la diferencia entre lo presupuesto y el gasto real. El documento está firmado por Guillermo Ortega, exalcalde de Majadahonda.

Además, en la información publicada se revela además que, además de la financiación mediante las cuentas de Banco Santander y Caja Madrid, se incluye FUNDESCAM y Grupo del Ayuntamiento de Madrid. Asimismo, es destacable que en aquellas fechas uno de los proveedores de partido era el Grupo Cantoblanco del empresario Arturo Fernández, quien fue interrogado en el marco de la investigación de la financiación ilegal del PP. Concretamente, se investiga la posible adjudicación de la cafetería de la Asamblea a cambio de donaciones a la formación.