El portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, durante la rueda de prensa que ha ofrecido esta mañana - EFE



El Partido Popular insiste a sabiendas de que no tiene posibilidad alguna, su portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, ha anunciado que su grupo pedirá formalmente que Pedro Sánchez se someta al debate de investidura el próximo 22 de febrero. La convocatoria del Pleno de investidura es potestad exclusiva de la Cámara, en este caso el socialista Patxi López, quien ya denegó este miércoles la petición conjunta de Podemos y PP de celebrar la sesión en 15 días.

Lo que dice el Reglamento
La Constitución reserva al rey el papel simbólico de proponer el candidato a ser investido Presidente del Gobierno, algo que tradicionalmente el jefe del Estado encarga al ganador de las elecciones. La inédita situación vivida tras las elecciones del 20-D ha dejado al descubierto lagunas sobre la propuesta de candidato, pero en cuanto al debate de investidura está totalmente previsto por el Reglamento del Congreso. Una vez que el rey comunica al presidente de la Cámara el nombre del candidato, el artículo 170 del reglamento del Congreso estipula que "en cumplimiento de las previsiones establecidas en el artículo 99 de la Constitución, y una vez recibida en el Congreso la propuesta de candidato a la presidencia del Gobierno, el presidente de la Cámara convocará el pleno". No obstante, el presidente del Congreso puede consultar a la mesa del Congreso y a la Junta de Portavoces antes de fijar la fecha, pero es una opción personal.

Forzar el debate
El Partido Popular conoce el Reglamento de la Cámara, por tanto, su decisión de presentar una iniciativa, en virtud del artículo 54 del reglamento de la Cámara, solo persigue el objetivo e forzar un debate en la Junta de Portavoces y obligar al esto de grupos políticos a posicionarse.

La excusa de Hernando es que el 22 de febrero se habrán cumplido 63 días desde las elecciones generales y que con ese plazo se daría el mismo tiempo a Sánchez que el que tuvo Aznar en 1996, cuando pasaron 61 días hasta su elección como Presidente. La pequeña diferencia es que Aznar, que ganó las elecciones por escaso margen, no renunció a la investidura como ha hecho Rajoy.