José Apeles Santolaria de Puey y Cruells, más conocido como el Padre Apeles. Una figura eclesiástica que siempre se ha caracterizado por sus apariciones televisivas. Es el sacerdote más mediático de España, pasando por programas del estilo de Moros y Cristianos o incluso Crónicas Marcianas

En una entrevista concedida a Vertele, Apeles ha reconocido que le encantaría acudir a Al Rojo Vivo para opinar sobre la actualidad política, pese a que actualmente vive un retiro espiritual televisivo.

Pero el Padre Apeles no sólo ha hablado de televisión, sino que también se ha mojado sobre política. El sacerdote, preguntado por la nueva TVE tras la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa, ha asegurado que no ha visto "un gran cambio". Sin embargo, ha criticado el "escoramiento" que sufre y en el que se incide "demasiado" hacia una "catequización en toda la cuestión feminista".

Apeles también ha valorado la actualidad política y ha opinado sobre Gabriel Rufián, con el que tuvo un 'enfrentamiento en Sálvame hará unos años. Asegura que el diputado republicano "gana en las distancias cortas, igual que Joan Tardà". Eso sí, a este último no le conoce personalmente, pero le han asegurado que pasa como con su compañero de partido. Recuerda el debate que mantuvo con Rufián con simpatía porque "no hubo ninguna falta de respeto", aunque entiende que "a veces uno tiene su personaje en el Parlamento".

Vox y el Franquismo

Otro de los temas que ha abordado el Padre Apeles es la exhumación de los restos de Francisco Franco. El sacerdote considera que están resucitando al dictador, al que consideraba como "algo marginal". "Trasladar a Franco al centro de Madrid me parece un error garrafal", sostiene antes de asegurar que él lo mantendría en el Valle de los Caídos porque "está menos a la vista".

A tenor de esto, el televisivo clérigo infiere que Vox parece que está en auge, pero a la hora de la verdad "la gente que simpatiza con Vox votará al PP". El uso que le da a la formación ultraderechista es el de "aclarar un poco el panorama político", en el que les ha situado en la extrema derecha, mientras que en el otro lado del espectro, ubica a Podemos en la "extrema izquierda".