Justine o los infortunios de la virtud es una de las obras literarias del Marqués de Sade. Escrita en 1787 es una de las primeras novelas pornográficas o eróticas de la historia que le valió todo tipo de adjetivos malsonantes a su autor, quién trataba de mostrar la hipocresía social de su época. Leída hoy en día, sin embargo, Justine es una buena obra literaria, en la que los pasajes de contenido sexual resultan ser lo de menos.

La sexualidad humana está presente en todos los ámbitos de la vida. El filósofo francés Michael Foucault, ya habló de la sexualización y por tanto de la limitación que se vierte desde el poder a los individuos, así como desde la ciencia clínica, con el deseo de que los estereotipos sexuales puedan ser controlados. Ante esto, el filósofo, uno de los más controvertidos y audaces del siglo XX, instaba a que todos seamos dueños de nuestro propio cuerpo, sin caer en las trampas y los límites sociales, como único método para la libertad humana.

El goce sexual es pues muy importante, tanto, que después de los motivos derivados de la crisis, el paro y el fallecimiento de familiares directos, es una de las primeras causas por la que los pacientes acuden a las consultas de psicólogos y psicoanalistas.

En el sexo no hay límites, salvo los que ponen en riesgo la dignidad y libertad de otras personas y en este sentido España ha avanzado lo suficiente como para que cada vez se estigmatice menos a quienes deciden vivir su sexualidad libremente, pero aún así hay mucho camino por recorrer.

Cómo romper con la rutina con juegos íntimos

En el ámbito privado, las fantasías sexuales pueden dar salida a neurosis y otros problemas, que al encauzarse en la sexualidad encuentran una buena salida en la que el placer es el único fin. Para ello los artilugios y productos de los sex shop, ayudan a aquellos que quieren hacer de esta parcela de su privacidad, un lugar mágico en el que investigar continuamente.

En las relaciones íntimas entra en escena el juego, algo que construye a todos los seres humanos desde su más tierna infancia y cuya peculiaridad no hay que perder en la edad adulta. Construir un juego entre dos personas, puede ser una acicate para devolver a una relación amorosa la llama que le faltaba y a veces se apaga a vueltas con la rutina y los imperativos de la vida, así que devolver a la pareja el juego de la seducción y del placer es indispensable para que se pongan en marcha mecanismos como la complicidad y la confianza.

Para las parejas o para los solitarios, el Sex shop Mundo erotico, pone a disposición de los clientes los juguetes, afrodisiacos, cremas y demás con los que los libertinos que hicieron perder la virginidad de Justine, la protagonista del libro del Marqués de Sade, no habían podido llegar ni a imaginar. Un sex shop online tiene en cuenta la privacidad al enviar sus productos, de modo que por el embalaje, nadie puede sospechar lo que el paquete lleva en su interior.

Se trata de unos requisitos que conocen de sobras los vendedores de productos para poner la líbido a cien, que sus clientes gocen de discreción, porque nadie pregona ni ha de hacerlo, su vida privada, aquél espacio de tiempo y de lugar donde todo se diseña para dar rienda suelta al placer, compartiendo con otras personas este privilegio de poder ser, al menos por un rato, una explosión de goce que,  de buen seguro, habrá de contribuir a mejorar otros espacios, como el del trabajo, aportando serenidad e incluso una mayor autoestima.