Según un estudio encargado por la Oficina de Derechos Humanos y Memoria del Ayuntamiento de Madrid, 2.934 personas fueron ejecutadas inmediatamente después de que las tropas franquistas entrasen en la capital. La mayor parte en una hondonada cercana al Cementerio de la Almudena y 36 ajusticiados mediante garrote vil en la prisión de Porlier.

El tercer teniente de alcalde, Mauricio Valiente y el historiador Fernando Hernández Holgado han presentado el informe, donde constan las identidades de los casi 3000 madrileños asesinados por el régimen franquista en los cinco años inmediatamente posteriores al fin de la Guerra Civil, entre ellos el alcalde de Madrid Cayetano Redondo o las Trece Rosas.

Ejecuciones firmadas por "el auditor"

Hasta ahora existían trabajos parciales sobre esta etapa de represión, que inició el historiador Alberto Reig Tapia, pero la dispersión de los documentos y las dificultades de acceso a los archivos -especialmente a los de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios- impidieron a los historiadores realizar un listado completo, así como detectar errores en la transcripción de los nombres de los represaliados. La apertura de los archivos de la empresa funeraria es la que ha permitido acceder a las órdenes de enterramiento y a los registros necesarios para conocer los nombres de los fusilados en las diferentes “sacas” y de las personas ejecutadas en la cárcel de Porlier, todos ellos firmados por el “Auditor” o “Auditor de Guerra”.

El equipo dirigido por Hernández Holgado ha cotejado los archivos funerarios municipales con los registros estatales y también los archivos particulares de los familiares de las víctimas, a los que el historiador ha agradecido su colaboración.

Todas las personas ajusticiadas fueron juzgadas sin garantías legales de ningún tipo, en consejos de guerra realizados al amparo del Estado de Guerra proclamado por el régimen franquista y que estuvo vigente hasta 1948. Los familiares de las víctimas tenían un plazo de 10 años para reclamar los cadáveres y estaban obligados a celebrarles una misa y a enterrarlos “sin ningún tipo de boato”. Sólo se reclamaron 300 cadáveres. El resto serían trasladados al cementerio de Carabanchel e incinerados en los años 50. Los historiadores tampoco descartan que existan otras ejecuciones en Madrid durante ese periodo, pero sólo confirman las que constan en el informe, dado que han sido verificadas usando diferentes fuentes.

Memorial sin fecha

Valiente ha anunciado que el consistorio madrileño, además de publicar el informe, hará públicos en su página web los 2.934 nombres recopilados por el equipo de historiadores. En el “mini site” constarán sus nombres, la fechas de ejecución e inhumación, edad, sexo, modo de ejecución, localidad de nacimiento y localidad de residencia. También se erigirá un memorial en el cementerio de la Almudena, aunque Valiente no ha podido especificar una fecha concreta. Sí que ha indicado que ese monumento ya consta en los presupuestos y que los trabajos se pondrían en marcha “después del verano”. Todo ello forma parte de las actividades del Comisionado de Memoria Histórica, presidido por Francisca Sahuquillo