Pablo Echenique, número dos de Podemos, ha tenido durante más de un año a un asistente sin contrato y sin cotizar por él a la Seguridad Social. Una ilegalidad que él ha reconocido y que era consciente que hacía –“sabía que no estaba haciendo las cosas bien”- pero de la que no parece sentirse culpable.

La gente humilde y la economía sumergida

De hecho, ha tirado balones fuera con el argumento de que el sistema “empuja a mucha gente humilde a participar en la economía sumergida”. El hecho de que su situación no sea humilde no le ha parecido reseñable, y de hecho ha utilizado a lo más desfavorecidos como forma de taparse: “como cualquiera de esos millones de familias que participan de la economía sumergida en nuestro país, cuando yo pago a mi asistente sabiendo que él no está al corriente de sus obligaciones con la Seguridad social, yo sé que no estoy haciendo las cosas bien”, ha dicho en rueda de prensa.

Es más, el secretario de organización de Podemos, cuya historia destapó el Heraldo de Aragón, ha desviado el asunto hacia la sociología, y ha dicho que su caso “abre un debate muy interesante respecto a la Ley de la Dependencia”, en el sentido de que "el sistema actual empuja a muchísima gente humilde a participar de la economía sumergida”.

Y en el mismo sentido de sacarse de encima responsabilidades ha hablado de que su caso no tiene mucha importancia, ya que el verdadero “fraude fiscal sigue estando en un 70% en las grandes fortunas y en el Ibex 35”.