La Guardia Civil, en el marco de la Operación Marco Polo, ha desarrollado una "importante" actuación en Burgos que ha permitido desarticular un taller clandestino que hacía las veces de depósito ilegal de artefactos explosivos en un edificio de viviendas. En este bloque residía precisamente la persona detenida el pasado sábado, un joven de 31 años investigado por los delitos de depósito de explosivos y tráfico de drogas.

Un taller con 85 kilos de explosivos y drogas

El delegado de Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, el jefe de la Comandancia de Burgos, teniente coronel Alfonso Martín, y el capitán de información de la Guardia Civil en Burgos, Alejandro Hernando, han explicado en una rueda de prensa los pormenores de este operativo. "Era una persona que manipulaba sin ningún tipo de control artefactos explosivos", ha señalado Sen, que ha querido agradecer el trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para poder esclarecer los hechos.

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Los tres dirigentes han informado de la detención de un hombre de 31 años en el marco de la Operación Marco Polo como "autor de los delitos de depósito de explosivos y contra la salud pública por tráfico de drogas", un arresto que se produjo el pasado sábado y del que se sabe que el joven vivía precisamente en el edifico de viviendas donde estaba ubicado el taller, en el bajo, en el que fabricaba de forma artesanal tanto los explosivos como las drogas.

Según datos de la investigación, en los tres registros practicados -dos en domicilios y uno más en el propio garaje-, los agentes han hallado más de 60 kilos de precursores de explosivos con 200 tipos de productos químicos, medio kilo de mezclas ya preparadas para explosionar, 500 petardos y bengalas, medio kilo de diversos estupefacientes y 25 kilos de drogas, concretamente de speed. De esta forma, esta es una de las mayores incautaciones que se han llevado a cabo en Castilla y León.

El delegado del Gobierno en la región ha celebrado el resultado de esta operación y otras como esta, de las que ha dicho "son el resultado del intenso y aplicado trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que mantiene esta Comunidad en niveles de delincuencia muy por debajo de la media española y que, lejos de conformarse, se entrega con más ahínco para seguir reduciendo esos niveles". 

A su juicio, la labor de los agentes de la Guardia Civil ha sido la que "ha permitido frenar la actividad de una persona que, presuntamente, estaba manipulando, sin ningún tipo de seguridad, material explosivo en un garaje, con vecinos, establecimientos próximos y un parque infantil a escasos metros", explican además a través de un comunicado sobre la operación.

Material recibido por paquetería

La investigaciones han sido dirigidas por el Juzgado de Instrucción número 4 de Burgos y llevadas a cabo por el Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia de Burgos. En el dispositivo han participado también el Grupo de Desactivación de Explosivos (GEDEX), Policía Judicial, Grupo Cinológico, USECIC y Seguridad Ciudadana de esta Comandancia. "Ha sido determinante la actuación de los TEDAX ante la presencia de mezclas explosivas ya preparadas, con alta probabilidad de explosión ante una manipulación inadecuada", han añadido.

"Investigado desde el año pasado, este vecino de la capital burgalesa estaba relacionado con la adquisición y almacenamiento de manera ilícita de materiales precursores de explosivos, varios de ellos procedentes del mercado negro, ya que su venta a particulares sin licencia está prohibida en la Unión Europea", han informado sobre el ahora detenido, que habría recibido los materiales por paquetería.

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El joven, según las indagaciones, "es un gran aficionado a los artefactos explosivos y pirotécnicos, y tenía un alto conocimiento de la materia, ya que había trabajado en el pasado en empresas". Además, el taller contaba con una prensa hidráulica de gran volumen y peso que serviría para el prensado y moldeado de las mezclas explosivas. "Así se obtenía el granulado correcto y la forma adecuada al recipiente contenedor donde se introduciría finalmente, lo cual demuestra que el producto estaba dirigido a la venta clandestina en el mercado negro, de la que se lucraba", destacan.

El informe preliminar elaborado por los TEDAX recoge “la peligrosidad de este taller ilegal de producción artesanal de material explosivo, donde se manipulaban y almacenaban sin ninguna medida de seguridad precursores y productos químicos bajo una grave y real amenaza de incendio o explosión fortuita en una zona urbana densamente habitada”. Por todo ello, el detenido ha sido presentado el pasado día 4 de marzo junto con las diligencias instruidas ante la autoridad judicial, que ha determinado su ingreso en prisión.

 

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