Comisiones millonarias
La Fiscalía sitúa a Castaneda en un papel clave de la trama corrupta, pero también queda salpicado el yerno del expresidente. "Entre las llamadas de teléfono interceptadas que revisten interés hay que destacar aquellas entre Paolo Pozzessere, director comercial de Finmeccanica, Debbie Castaneda y un tal Alejandro Agad o Agag, en las cuales se hace referencia al pago de comisiones millonarias en un negocio de importación por valor de cientos de millones de euros", se lee en el auto con el que los fiscales de Nápoles solicitan permiso para continuar pinchando los números de sospechosos.
El triángulo Debbie-Berlusconi-Agag
"Alejandro me ha robado seis millones de euros, ese gilipollas, seismillones de euros. ¿Sabes lo que es esa cifra para mí?", se lamenta la modelo en una llamada con un tal Gerom interceptada por la Justicia. De las conversaciones se deduce que Agag se habría quedado con su parte en un negocio de Finmeccanica con Colombia. En otra conversación telefónica, esta vez con su marido, le dice que piensa hablar con Silvio Berlusconi del asunto y contarle que ha sido ella "quien ha hecho que él (Alejandro Agag) ganara el concurso de adjudicación y se hiciera con el 5% de la comisión por ese negocio". Y se queja de que Agag, en lugar de embolsarle el 1% acordado, quiere rebajárselo a la mitad.
Hay más conversaciones de la modelo en las que menta a Agag y Berlusconi. En otra ocasión también indica que piensa quejarse ante el mandatario de su comportamiento. "Yo no puse nada por escrito porque pensaba que él (Agag), siendo de una óptima familia y siendo quien es, no podía comportarse así. Pero lo ha hecho y tu (Berlusconi) eres la única persona que me puede ayudar, eres el único en todo el mundo al que teme, así que hazme un favor y ayúdame", dice.
Agag niega que haya habido contratos
Agag ha negado los hechos al periódico italiano 'Il Fatto Quotidiano' -en el que figura como vicedirector el periodista Marco Travaglio, considerado como uno de los máximos exponentes del periodismo crítico en su país y cuyo trabajo a girado en torno a dos ejes fundamentales, la lucha contra la corrupción y la figura de Berlusconi- se puso el miércoles en contacto con él para conocer su versión de lo sucedido y saber si se había embolsado 6 millones de euros en comisiones. "No ha habido ningún contrato", es la respuesta de Agag. Preguntado entoces por si Castaneda miente, responde: "Yo no digo eso. Digo sólo que no ha habido ningún contrato". Respecto a la posibilidad de que Agag hubiera negociado con las autoridades colombianas en nombre de Finmeccanica responde: "Sin comentarios".
Amistades peligrosas
No es la primera vez que el nombre de Alejandro Agag sale a reluciren una investigación por corrupción. Los principales imputados en latrama Gürtel hablan de él en las grabaciones policiales que forman partedel sumario. Además aparece en las anotaciones contables de la 'caja B'de las empresas de Francisco Correa, cerebro de la trama. Agag nunca ha sido imputado en el caso pero su relación con losprincipales imputados le viene salpicando desde que estallara el caso enfebrero de 2009. La plana mayor de la trama acudió a su boda con AnaAznar en 2002. El propio Correa y Jacobo Gordon, ambos imputados,actuaron como testigos del enlace. Este último fue compañero suyo decarrera y montó en 1993 un negocio.
Ayudante de Aznar e íntimo de Berlusconi
Fue ayudante personal de Aznar cuando era presidente. Desde losdespachos de Moncloa empezó a cultivar su relación con Berlusconi. Entreel expresidente y él idearon la gran operación para borrar su imagen deempresario corrupto e introducirle en la derecha europea. Forza Italiaentró en el PPE gracias a ellos y, como reconoce el propio Aznar en sulibro "Memorias y Perfiles", Il Cavaliere sabe ser agradecido.
El Conseguidor
Berlusconi le facilitó la conexión con los magnates de la Fórmula 1 Flavio Briatore y Bernie Ecclestone. Agag consiguió hacerse con los derechos de la Fórmula 1 en España cuando Alonso no era más que una joven promesa. Conocidocomo el Conseguidor Agag fue quien le proporcionó a Aznar su puesto como consejero del imperio Murdoch. Ahora tiene su propia escudería y un equipo de fútbol, que comparte con Briatore.
